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miércoles, 4 de noviembre de 2009

NY Marathon - Noviembre 2009 : Todo por una simple medalla


Hace un par de años, cuando empezó la idea en mi cabeza de ir al Maraton de NY (en que hora!!), leí en un foro la experiencia de un corredor, y me lo grabé y lo he estado leyendo una y otra vez, y la verdad es que mi experiencia ha sido casi igual como la contaba….y es por ello que la aprovecho para que, con unos pequeños retoques, sirva para contaros lo que viví el 1 de noviembre de 2009, mi primera NY Marathon (y la segunda en total).

 
 
Todo por una simple medalla :



Como es la vida que con el paso de los años te das cuenta que las cosas materiales pasan a un segundo y tercer plano y que lo que te acaba llenando son las cosas simples, pero que no puedes conseguir con dinero, esas son las cosas que a mí me llenan, las que solo se pueden conseguir con tu tesón, con tu fuerza de voluntad y haciendo del reto una forma para superarte a ti mismo y darte cuenta de lo que somos capaces de conseguir.

Como es la vida que con el paso de los años de tas cuenta que todo lo que jamás pensaste hacer, ahora lo haces y todo lo que no te crees capaz de conseguir hora resulta que ya lo hiciste varias veces.

Un maratón, y eso que yo solo he corrido dos ( Madrid, y New York) es algo diferente, te das cuenta que cuando estás en la salida, todos somos iguales, da igual cuanto ganes, que marcas quieras hacer, a que te dediques, o de que raza seas , todos somos iguales, somos runner´s por un día con el objetivo de llegar a meta y darte cuenta que hoy, no hay nadie que ha hecho nada por ti y que eres tu el que debes dar una zancada tras otra para conseguir una simple medalla, que apenas tiene de coste 3 euros pero que seguro no la vas a perder fácilmente de vista porque, no es lo que cuesta lo material, es lo que cuesta conseguirla.

Esta año me había propuesto solo dos cosas, pueden parecen muchas o pocas pero para mí son por las que iba a luchar y trabajar cada día para conseguirlas, la primera de ellas es demostrarle a la gente que si piensas un segundo que eres capaz de conseguir cualquier cosa, no debes dejar de luchar y perseguir ese reto, no abandones jamás porque aunque te cuesta el doble que a los demás, aunque tus facilidades no sean muchas y tus obstáculos infinitos, eso es lo que te debe empujar a seguir día a día y créeme que una vez consigas tu reto, tu objetivo, te sentirás el ser más INVENCIBLE del planeta, y como segundo objetivo es mostrar a la gente que cuando haces algo por una simple medalla que te coloca una desconocida cuando llegas a la meta después de correr por una ciudad repleta de más de dos millones de personas que gritan tu nombre escrito en tu camiseta y que te animan como si fueses el ganador del maratón y llegas a la meta con los ojos y el corazón plagados de emoción te das cuenta que sí, que vale la pena hacer cosas por una simple medalla.


Bueno vamos a la maratón. Para la recogida de dorsales se tienen tres días y esta muy bien organizado, recoges el dorsal y te dan una bolsa con tu numero y el número de la furgoneta en la que puedes depositar tus pertenencias que quieres que te den al terminar la carrera en Central Park, Central Park……………… que lejos estas. La bolsa es de buen tamaño se puede meter una mochila de las de callejear sin mayor problema, o sea que tienes sitio suficiente. Hay que tener cuidado con el tema del Autobús, ¿Qué autobús? El que te lleva a la salida el día de la prueba. Los autobuses se cogen en la 5 avenida esquina con la calle 42, junto a la Biblioteca nacional, y son de 5 a 6 y media de la mañana, si no lo pillas tienes un problema ya que a esas horas ir del centro de Manhatan hasta New Jersey, justo al puente de Verrezano, mal, muy mal. Es una marea humana muy ordenada y muy educada, pero es una legión de autobuses la que opera y la cola en ningún momento para y es una verdadera marea de corredores, imaginaos 44.000 éramos ese día. Yo pille a eso de las 5 y cuarenta y cinco (un cuarto de hora antes de mi hora programada y estaba en boxees a eso de las 6 y cuarto. Según llegas unos gritos de bienvenida de animo…empiezas a emocionarte. Todavía faltaban 4 horas, uffffff Hacia bastante frío, y tonto de mi no había llevado suficiente ropa, bueno, 3 camisetas y una sudadera……………. Novato. Los boxees estan divididos en tres colores, el dorsal te deja entrar en tu zona de boxees, hay de todo, Bagels, barras de power, café, te, leche calientes, Powerade, agua y WC suficientes, osea que lo más importante hay y en abundancia, puedes coger lo que te de la gana. Los más avispados llevan cartones, mantas etc para estar tumbados y tapados esperando la hora. En mi caso pase  frío, pantalón corto, a lo vasco, uno que es del norte….de Madrid, que pasa pues, joder que frío pase, debajo de un árbol, para resguardarme de la fina lluvia que caía …………… asi 2 horas – hasta que quedé con Perico. En cada zona de boxees tienen perfectamente delimitadas las zonas de salida, de tal numero a tal numero acotado, de tal numero a tal numero acotado y así y no te dejan entrar a un numero menor, si a uno mayor, zonas delimitadas por grandes globos de colores con los números correspondientes a la zona, y no te puedes colar, hay gente controlando para ello. Una vez en boxees localizas tu furgoneta para la ropa y te relajas, y cuando ya falta media hora o ves que van a plegar las furgos, (ellos dicen una hora antes pero nada ni caso) al loro , y cuando van a plegar entregas la bolsa y pitando para tu zona de salida.


5 minutos antes van quitando las barreras que delimitan a los números de cada color y avanzas hacía la salida, que esta justo en el comienzo del puente de Verrezano, este es el primer puente que pasan los barcos para entrar en NY, luego pasan al lado de miss Liberty, la típica foto anterior a la Gran Manzana.. . Los colores, en principio, no se pueden mezclar (yo cambié mi hora de salida Wave 2 – 10.00 a Wave 3 – 10.20 y color verde al azul, para poder correr con Perico, y no me pusieron problemas, los “rápidos” por la parte de abajo del puente los “lentos” por la parte alta del puente, debo de ser muyyy lento, me toca en la parte de arriba, estos yankis…………. son así.. Ya solo faltan cinco minutos, ropas fuera, la típica salida multitudinaria, todo el mundo nervioso, alguno ha tirado la ropa con el dorsal y todo, hay risas cuando viene la sudadera con el dorsal del susodicho. Unos negros, “perdón gente de color” cantan el himno de EEUU y los yanquis mano en pecho hacen coro, y en cuanto acaba el himno zas un cañonazo que hace retumbar los cimientos del puente y los mios propios, encima de nuestras cabezas. 8 helicópteros en estacionario, y de golpe a pleno volumen se oye el New York, New York de Frank Sinatra, ufffffff se te ponen los pelos de gallina, en dos palabras que diría Jesulin IM PRESIONANTE. Me digo a mi mismo que apenas he dormido la vispera y que estoy emocionado (y eso que he tenido suerte y me ha tocado el fin de semana que hacen el cambio de hora, pero aun asi me he levantado a las 4 y 10 de la madrugada), y la segunda es que en el primer km estaba hablando con la gente que suelo hablar normalmente entre el 30 o 35, gente a la que quiero, gente a la que echo de menos, gente que ya no esta, esa gente que a los fondistas nos viene cuando estamos pasando esos momentos que solo nosotros sabemos, esa gente que te ayuda a seguir, que te dicen venga que puedes, sigue, estamos aquí contigo, no estas solo………… uff me emociono solo de recordar, ¿nunca habéis hablado con ellos en esos momentos? Yo lo hago a menudo y he de confesar sin ningún rubor que hasta alguna lágrima me ha saltado mas de una vez.

La carrera transcurre como he relatado a dos niveles a mi me toco el de arriba, dicen que el de arriba es el más bonito, cielo, helicópteros, mar, Manhatan a lo lejos, Brooklyn esperando a los pies del Verrezano, pero hace frio y mucho, mucho viento, y empiezas a correr cuesta arriba…regulando. Las dos carreras no se juntan hasta la milla 8 poco más o menos hasta el km 12, esta muy bien ya que no hay agobios excesivos para correr y para ese km los ritmos estan tomados. La carrera transcurre por los cinco barrios de NY en este orden Brooklyn, Queens, Bronx, Harlem y Manhatan, que os puedo decir 44.000 corriendo y 2.000.000 según la prensa del día siguiente, viendo en directo la prueba. Nada más salir y cuando vas por el puente de Verrezano, cinco carriles en cada sentido, solo se ocupa un sentido, pero los cinco carriles petados de gente, se puede correr bien, hay margen para adelantar e ir cogiendo el ritmo, pero en el agua hay barcos de bomberos con los chorros conectados, muy bonito, precioso, uno ya empieza a hacer turismo, luego ya en Brooklyn es un clamor, la gente, mucha, muchísima gente chilla, hay bandas de música por aquí por allí por todas partes, avituallamientos de agua suficientes, largos, bien dispuestos, con suficientes voluntarios y a ambos lados de la marcha, al principio del avituallamiento agua en vaso, al final isotónicos, también en vaso, suficiente. Menos mas que me he traido mi botella con regulador, para poder beber cuando quiero. La abro, relleno con el vaso y sigo corriendo. He salido con sudadera, y todavía tengo fresco. A mitad de la mañana hace 58ºF (15º?), cuando llegue a las 6, 53ºF (12º?).

Brooklyn es el barrio desde donde se saca la famosa foto del puente con el río Hudson y al otro lado los rascacielos de Wall Street, pues por ahí vas como decía entre un río de gente y en las orillas del río humano muchísima gente, 2, 3, 4, 5 filas de gente chillando, bomberos con las autoescalas desplegadas, policías, coros con túnicas cantando al unísono, (como en las pelis) gaiteros, roqueros, yaseros……..lo que se os ocurra. El publico y el ambiente me lleva en volandas hasta la milla 9, es que ni me entero, chocando las manos, la gente gritando mi nombre, gente que te da pañuelos –que gran idea-(que gusto poder sonarse), otra gente ofreciendo platanos, naranjas, kitkat, chocolatinas, gominolas, bebidas……nuevamente IM-PRESIOANTE. Nunca he visto esto.

En la milla 8 y media es donde quedo con Carmen, Natalia y Nich, nos abrazamos todos nerviosos, y hasta casi se me olvida coger el platano.

La carrera en si es dura de recorrido, tanto físico como mental y me explico. El mayor desnivel esta en el km 1 que es el puente de Verrezano, este puente es muyyy largo a mi me pareció milla y media, luego ya vas callejeando bastante cómodo, el asfalto es bastante irregular, baches, tapas de alcantarillas con bastantes coscas, no te puedes relajar, te juegas un tobillo CUIDADO, así hasta el final, las millas estan bien marcadas, pero algunas no se pueden ver porque la gente las tapa, también estan marcados los km, cada 5, si está marcada la media maratón, sabía que me tocaba sufrir aún más, el 21098 metros hechos, ya solo faltaban 21097 para Tabern Green, lugar de la meta. La media maratón estaba a cien metros de haber empezado a pasar uno de los 5 puentes que se atraviesan, puentes que por cierto son duros, muy duros, alguno de puro metal y reja, aunque tienen puesto moqueta en algunos metros los pies que ya van quemaditos dentro de las zapatillas se resienten. En cuanto a las avenidas, joderrrrrr las avenidas, hay una en concreto pasando de Queens a Harlem que no se veía el fondo, toda una calle de al menos 8 carriles, con gente corriendo, hay espacio entre corredores, suficiente se corre bien, pero no ves el final de la calle, hay una pequeña subida y cuando llegas a esta ves que has hecho solo la mitad, se te cae el corazón a los pies, claro esto hablamos ya de la milla 18, el cuerpo va mal, el coco haciendo aguas, pero hay que seguir, no se puede parar uno, quedan sólo 8 millas.

Las sensaciones de la carrera fueron buenas, en ningún momento me dolieron las rodillas, que es lo que siempre me limita. Una pequeña sensación rara de un dolor en la tibia en el km12 aprox, pero se me pasó en menos de 1 km, luego a partir de la media, pues lo normal, una pesadez de piernas…piernas o tablas, no se lo que llevaba, pero sigues “palante”, hoy no me duelen las rodillas y tengo que aprovecharlo, aunque tampoco hay que emocionarse, hay que seguir regulando, queda muuucho….


La organización me pareció muy buena, insuperable para las cantidades de gente que nos movemos, mucho, muchísimo tendrían que aprender los de la Media de Madrid, quizá el único pegote en la llegada….se bloqueó y te hacen andar mas de una milla para poder escaparte del gentío (aunque yo me salte una valla, justo antes de que viniera el guarda con el policía…)

Lo que si que me gustó más es la animación de la gente, y la música, gente gritando, pero cuando digo gente es gente, mucha gente, ruido con todo, cartones, barras de esas de plástico que se golpean para sacar ruido, cubos de basura machacados con palos, gente que hace ritmos con cubos de basura, los voluntarios chillándome prácticamente al oído, pero chillar, y la música…uff cómo te anima a seguirla y a continuar.

Sobre el km30, Perico decide dejarme, tiene las piernas muy cansadas…se enfrenta al muro…intento animarle, para que pase ese momento, pero no hay forma, quiere pararse. Me dice que está un poco mareado, y que siga yo solo. Me revelo y digo que no, que hemos venido juntos y que tenemos que acabar juntos, como había soñado….pero no, no puede, necesita descansar y parar unos minutos. Dice que siga, que no espere. Me duele el alma, me giro y sigo corriendo.


A pesar de la multitud de corredores, a pesar del mundo de gente animando es la única vez que me he sentido solo, verdaderamente solo, me sentí solo en medio de la muchedumbre y no es una frase hecha, es un sentimiento vivido y os aseguro que no es nada agradable, la prensa al día siguiente informó de que 2.000.000 de personas habían visto en directo la maratón.

Volviendo a la carrera poco a poco uno va dejando Harlem y va viendo los primeros árboles, síntoma que estamos llegando a Central Park, pero que nadie se engañe, se corre la famosa milla de los museos, la milla que dicen que es donde más dinero hay en obras de arte del mundo, hay un montón de museos, se pasa junto al Gugemheim NY, aunque la verdad es que no lo ví, estaba centrado en la carrera.


Se entra por un lateral Este a Central Park y se corre una milla por dentro, por donde aparece en todas las pelis, pues por ahí si, sales justo al lado de la mayor Sinagoga, dicen que del mundo, es donde empiezan los rascacielos, corres en la calle sur que delimita Central Park contra los rascacielos, 800 metros y ya vuelves a entrar en Central Park para cubrir el último kilómetro, para arriba, para abajo, duro, muy duro aunque el final nunca se hace tan cuesta arriba ¿verdad? . Miraba a un lado y otro, todo lleno de gente, disfrutando de ese momento. Sí, ya se sabe que vas a llegar. Cara arriba, lista para la foto y una gran felicidad por la meta alcanzada.

Nada más cruzar la meta te dan la medalla, agua y la bolsa del corredor, te ponen una manta de esas de aluminio a cada uno con el logotipo de la maratón y te vas poco a poco en una marea de corredores a buscar tu furgoneta.

De allí pasas a la zona de encuentro con la familia, es la avenida Oeste de central Park, edificio Dakota, (John Lennon) museo de Ciencias…………. Uno va tocado de pies y una caminata de una milla pues como que no, yo me escapé por un lateral, en un momento de despiste de un guarda. Quedamos en la 70 con Carmen, Natalia y la familia.
Han sido muchos días de entreno, de mucho cansancio tanto físico como psicológico, pero…………… no pudo con todos nosotros ¿Por qué? Pues porque en la oreja me estaba un mogollón de gente diciendo, joder David eres la leche, animo, déjate de metros y leches, disfruta, eres un privilegiado de poder estar aquí y claro esto cuando te lo susurran al oído gente como tu familia, mis padres y mis suegros, que se habían quedado con las niñas, Nacho, con el que compartí mi primera Maraton, Luis y Carlos que me habían reconfortado justo el día antes con sus mensajes, al igual que Jon, todas estaban allí, mis hermanas y sobre todo Carmen, Cristina y Belen que me han visto sufrir de verdad, no me podía permitir el lujo de abandonar, sencillamente no podía, a todos os doy las gracias por vuestros susurros y gritos, vuestro animo y aliente vuestro estar sin estar, en una prueba de estas da tiempo a visualizar a mucha gente, gente que uno quiere, gente que uno echa de menos, lástima que no os pude llevar en los hombros para que vierais que bonita es una maratón y además en esa Gran Ciudad pero uno siente una inmensa felicidad al sentiros allí.
 

Cuando uno, tras finalizar la maratón va por la calle rumbo a su destino, en mi caso la casa de Natalia, en Brooklyn pantalón corto sudado con ronchones de sal, manta de aluminio y medalla en el pecho los Neoyorquinos te tratan como si de un Diego García, Juzgado, Tergat te trataras, todo el mundo te dice con sinceridad, Congratulation, que aunque no se escriba así se entiende a las mil maravillas. ¿a que si?


 

P. D. La alegría al final fue doble, al saber que Perico acabó. Logramos nuestro objetivo. Somos maratonianos.