– 18-OCTUBRE-2015 -
Nuevo maratón internacional, nueva aventura, nuevo reto.
En esta ocasión, modificamos el plan de viaje habitual, y decidimos volar a
Amsterdam el día antes de la prueba, para así hacer el turismo después del
maratón, y no antes, ya que tras mucho turismo y pateo de ciudad, uno llega muy
cansado al día de la carrera, y esta nueva alternativa, fue un éxito.
Cogimos el vuelo temprano – 8:50am-, con ganas e ilusionados. A pesar de
que iba corto de entrenos, 2 meses justos, las dos últimas semanas había
entrenado muy bien, por lo que iba muy animado y confiado en mis posibilidades,
aunque siempre, y a pesar de ser mi 13 maratón, con algo de miedo/respeto a
esta prueba tan larga y exigente.
Nada más llegar, nos fuimos a hacer el check in al hotel. Del aeropuerto a
Central Station, en tren, muy bien comunicado, unos 15 minutos. Y de allí, unos
15-20 min andando al hotel, pero aprovechando ya a ver los canales y las calles tan míticas de
Amsterdam.
Una vez dejado el equipaje, nos dirigimos hacia la Expo. Cogimos un tranvía
enfrente del hotel, que nos dejaba directos en la Expo. Recogida rápida, sin
colas, y visita a los pabellones, donde sobre todo era venta de material
deportivo y poco o nada de entrega al público ó prueba de productos. Un poco
cutre, la verdad. Estos holandeses empezaban a enseñar su fama de tacaños….
Tras las fotos pertinentes, decidimos volver andando hacia el hotel, unos
4,5km…mi mente era reacia, pero la verdad es que mis piernas estaban frescas, así
que dimos el paseo, viendo sus calles, museo de Van Gogh, Diamante, museo
Moderno, Rijksmuseum, etc…y comimos, refugiados de una pequeña llovizna, en un
pequeño market que habían montado de productos típicos. Fue muy agradable.
Una vez en el hotel, Peri fue a descansar y nosotros nos dimos otro paseo
para buscar al resto de amigos que esta vez habían venido para
acompañarnos/correr. Como no los encontramos, disfrutamos de las vistas de la
ciudad subiéndonos a una noria gigante (el resto de las atracciones que tenían
eran no aptas para cardiacos!!!)
A pesar de tener reserva hecha en un restaurante italiano cercano (enfrente
del hotel!), tuvimos que esperar unos 15 minutos al desalojo de las mesas. La
ciudad estaba a tope de turistas!!
Ya todos juntos, comentamos nuestras primeras horas/día en la ciudad y
planificamos el cómo plantearíamos la carrera del día siguiente.
Y aquí vino la primera sorpresa; mi gran compañero de fatigas –Nacho-, por
problemas físicos en el soleo y una caída hace un par de semanas, decidía no
participar, y dar su dorsal a Tomas, que quizá tampoco esperaba correr toda la
carrera.
Fue un golpe moral y triste, casi más por él, por la ilusión que le da
hacer estas carreras, pero también para mí, porque disfruto mucho corriendo con
él.
Tras la animada cena, fuimos a descansar y preparar las cosas para el día
siguiente.
El recorrido por Amsterdam es prácticamente llano, alguna cuesta sin apenas
entidad, y se desarrolla por el exterior de los canales del centro, sería más
bonito que los atravesara, pero con tantas personas sería poco menos que
imposible. No se puede decir que sea un recorrido especialmente bonito.
Las pretensiones para
la carrera eran terminar, a ser posible por debajo de las 4 horas, pero en
buenas condiciones, ya que pensaba hacer alguna maratón más en corto espacio de
tiempo, y quería que mis tendones estuvieran en plena forma y sin dolores.
Quedamos todos sobre las 8:15 para
hacernos las fotos y despedirnos de los animadores, donde después les veríamos
en le km 4 y km 37 aproximadamente. No corríamos muy cerca del hotel que
digamos…
La primera sorpresa del día, los
tranvías no funcionaban!! Cómo pensaban movilizar a tanta gente para ir allí?
Solo en metro?
Nos pidieron un taxi y nos dirigimos
hacia la salida, pero craso error, las calles estaban ya cortadas, aunque la
carrera empezaba a las 9:30, por lo que fue imposible acercarnos a la zona del
Estadio Olímpico. El taxi nos dejó donde pudo, a unos 30-40minutos andando. Uff
que paliza, ya para empezar.
Ese tiempo sirvió para que me llevara la
segunda sorpresa del día : Tomas, quien había recibido el dorsal de Nacho,
tampoco iba muy fino y pensaba retirarse en cuanto pudiera o ir muy despacio,
por lo que tuve que mentalizarme que tenía que afrontar la carrera solo, de
nuevo, como en Boston.
Llegamos tras esa larga caminata al
Estadio Olímpico. Se salía desde dentro, gran animación. Estadio emblemático.
Empezó a llover. lluvia fina, muy
ligera, pero sin duda, afectaría a la carrera.
La salida, desde la pista de atletismo,
no muy ancha, fue muy escalonada. Tardamos unos 12-13 minutos en cruzar la línea
de salida, aunque a favor, lo hicimos ya corriendo a velocidad crucero.
Me despedí de Tomas y Peri, y puse mi
ritmo.
Ya en el primer kilómetro, hubo paradas,
mal, muy mal. Las calles son bastante estrechas, ratoneras…Es muy complicado
correr así e intentar coger un buen ritmo. Casi hasta el km 4, imposible.
Nos dirigimos al Vondelpark. Tras
atravesarlo, se corre por un pasaje del edificio del Rijksmuseum y a la salida,
vi la bandera de España donde estaban todos animando. Qué subidón!!
Los ritmos que marco son buenos, siempre
20 segundos por kilómetro por debajo del tiempo que tengo planificado. No sé si
hago bien corriendo tan rápido o si debería centrarme en seguir mi plan, pero
me siento muy cómodo, muy alegre, las piernas van bien, quizá estos momentos de
euforia los pague más tarde.
La carrera se dirigía al sur y llegaba
al Amsterpark, hasta ese momento había ido muy bien, pero ahora tomaríamos un
camino que discurre paralelo al canal de Amstel, que entre ida y vuelta serían
unos 10-11km que se me antojaban a priori algo monótonos y tan lejanos a la
zona centro…..
Todo ese largo trayecto de casi 6 kms de
ida con el Amstel a la izquierda es un camino estrecho y en zonas algo
adoquinado. No es fácil correr ni adelantar a corredores. Ya se ve el puente
donde damos la vuelta y regresamos a la civilización! Quiero salir de esa nueva
ratonera!
Salimos del Amstel pasado el km. 25 y
las piernas me van comenzando a pesar, pero sobre todo, me da un bajón
mental….estos 11 kilómetros me han recordado a la Casa de Campo, sin toboganes,
pero mucho tiempo corriendo en silencio, sin gente animando. Me animo pensando
que “solo” quedan 17km, como un día de entreno un domingo cualquiera. Venga que
no queda nada!
Al paso por el km. 30 veo que ahora si
los tiempos son los planificados. Hasta entonces, siempre 15-20 segundos por
debajo. Voy con mucho margen.
Según voy llegando al km. 35 las piernas
empiezan a quejarse claramente, es aquí donde hay que tirar de cabeza al
máximo. Es el llamado muro de los maratonianos. Pienso que a pesar del
cansancio y lo larga que es esta carrera soy afortunado de poder estar aquí, de
poder correr. Pienso en gente que sufre, que no puede correr, que ha pasado
enfermedades. Me acuerdo de mis amigos Enrique y Merce, que lo han pasado mal
estos últimos meses y que a ellos dedico esta carrera. Espero verlos en la Maratón
de Palencia en Marzo de 2016.
Estoy ya en la larga calle que llegará
de nuevo a Vondelpark, allí sobre el km 37-38, me esperan mis animadores. Voy
poniendo buena cara y saludo a todos mientras oigo sus gritos de ánimo y hacen
sus fotos.
De nuevo atravesamos el Vondelpark donde
está el km. 40, los kms ya se hacen largos y pesados, pero se que no queda nada
ya. Apretar un poco los dientes y a buscar el estadio con la mirada.
Por fin llegamos a las cercanías del estadio, a 500 m. de meta, entramos al
estadio y damos la media vuelta para entrar en meta y celebrar la llegada.
Te colocan la medalla y un plástico para resguardarte. Dan una botella de
isotónico y un vaso de agua!! Y hasta puedes coger medio plátano!! Y ahí acaba
todo. Cutre, cutre…..nada sólido para comer, ni bolsa de corredor….de lo
peorcito que yo recuerde haber visto.
La salida del estadio, algo atascada y a partir de ahí, colas para ir al
metro, colas en la taquilla(1 maquina) para comprar el billete de metro – más
de 20 minutos esperando cogiendo frio!), caminata desde la estación al
hotel….uff, casi se me hace más duro este regreso que haber corrido la maratón!
El lunes y martes aprovechamos para
visitar museos, hacer compras y una de las rutas turísticas que hacen los
barcos por los canales. También lo celebramos en un bar con música Blues en
directo, donde la primera actuación de Mosquito y su banda no es que fuera Blues,
pero estaba bien animado el popurrí, y posteriormente fueron saliendo músicos
diversos, que sí cantaron sus blues y pasamos un rato muy agradable.
Nuevamente todo ha salido perfecto,
hemos disfrutado del viaje, de los amigos, y hasta de la carrera. Tengo nuevos
retos en la cabeza. Será este mi 1 de 6?