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lunes, 21 de abril de 2014

13/04/14 MARATON DE LONDRES


 
Muy complicado poder estar aquí. 125.000 números de lotería agotados en 11 horas, para un sorteo donde obtienen dorsal 36.000 participantes. Las grandes maratones agotan muy pronto ya los dorsales. Hay una fiebre por correr maratones. Tras varios intentos, por fin voy a poder correr mi cuarta Major Marathon.

La experiencia de mis anteriores maratones, hace que no tenga excesivos nervios. Estoy relativamente tranquilo y confiado,  y sobre todo ansioso por ver por qué ponen a la Maratón de Londres como la mejor del mundo, incluso superando a Nueva York. Será cuestión de gustos?. Dentro de unos días lo veré.

El Jueves, nada más dejar las cosas en el hotel, nos dirigimos a recoger el dorsal. Fuimos en metro, cambiando al metro ligero con el mismo billete. Me venía bien conocer cómo llegar allí, puesto que sería un camino parecido para poder llegar el domingo a la línea de salida – Greenwich

Nada más bajarnos de la estación, cientos de personas nos dirigíamos al mismo sitio. No hay pérdida, además de que estaba muy bien indicado con banderas de la maratón. Tras  entrar en el pabellón, ExCel, se recogía el dorsal. Sin colas, sin agobios. Bien es verdad que era viernes a medio día.

Recorrimos todo el pabellón, viendo los distintos stands. Nada destacable. Ya me los conozco todos. Stands de ropa deportiva, de alimentación deportiva, donde se pueden degustar sus productos energéticos, bebidas isotónicas, etc…y luego los stands de promociones de carreras, donde había representación española con la Maratón de Valencia y de San Sebastián.

 

También había unos stands donde podías disfrazarte y te hacían unas fotos graciosas. Pasamos tranquilamente la mañana por ahí, y posteriormente, nos fuimos a patearnos Londres.

La carrera :

Me levanté a las 6:30, aunque tenía puesta la alarma a las 6:45. No aguantaba más. El día de la carrera sí que se siente esa excitación de entrar en acción. Ponerte tu traje de batalla, con todas las cosas que cuidadosamente había preparado la noche anterior. No dejar ningún detalle al aire, puesto que luego es lo que puede marcar tu fracaso durante la carrera.

A las 7:00 estábamos desayunando copiosamente. Lo íbamos a necesitar. Además, quedaban 3 horas hasta el inicio de la carrera, por lo que podíamos hacer la digestión con facilidad.

Tengo que hacer aquí menciones especiales a los pequeños detalles que hacen grande estos maratones, es lo que marcan la diferencia. Como he dicho, poder desayunar con 3 horas de adelanto es más que suficiente, pero por si acaso, el hotel había adelantado 1h30 la apertura del comedor. Se podía bajar a las 5:30!!!. También mencionar que en un restaurante que estuve en un pueblo a 40km de Londres, me dijeron al enterarse que iba a correr la maratón, que tenían una promoción que a todo el que finalizara el maratón (enseñara su medalla), le invitaban a comer al día siguiente de la prueba. Y para finalizar, el metro para el participante es gratuito durante el día de la prueba, tanto a la ida, como la vuelta. Simplemente enseñando el dorsal.

Así, con mi dorsal, nada más llegar al metro, me abrieron el torno, y nos dirigimos a la zona de Salida. Al hacer el trasbordo, ya había voluntarios indicando el camino para no perderte, y cerca de 15 voluntarios con petos naranjas en todas las puertas de acceso al metro ligero. Impresionante!! Imposible perderte o equivocarte de tren.

Nada más bajar, más voluntarios indicando el camino, y en cuanto llegamos al parque de Greenwich, grandes carteles para indicar las distintas salidas, roja, verde y azul – la mía-. Había unos globos gigantes, de cada color para que se vieran dónde estaban situadas todas las salidas. Vimos unos arbolitos apartados e idóneos para hacer una parada técnica, y casi sin querer acertamos, puesto que nada más llegar al recinto cerrado, donde se pasaba un control, enseñando el dorsal, había unas colas de 100 metros en cada puesto urinario, además de que no había ninguna otra posibilidad para aliviar los nervios.

En el tiempo de espera cogí un poco más de vaselina tanto para mí, como para Peri, y nos hidratamos con las bebidas energéticas que daban.

Nos dirigimos a la zona 6 de salida. Los cajones estaban ya bastante repletos, pero pudimos acceder sin problemas, tras pasar un segundo control de dorsal, esta vez más exhaustivo. Había amanecido un día soleado. No hacía mucho fresco 7º, y se esperaban 17º. Un día excelente para correr por las calles de Londres.

Con puntualidad británica se dio la salida a las 10:00 h. Tardamos unos 6 minutos en poder cruzar la salida. Las calles ya estaban llenas de gente. No eran excesivamente grandes las calles, por lo que correr a tu ritmo era algo complicado. El recorrido no es que sea especialmente bonito; pero el público y el ambiente son algo fuera de lo común. Desde la primera milla la gente animaba con fuerza. A pesar de que hay tres canales de salida, hubo momentos al principio en que no podías mantener un ritmo. Éramos 36.000. Incluso en la primera milla llegamos a pararnos con un ohhhh, general por parte de los corredores. Intenté no ponerme nervioso ya que en una carrera tan larga, habría tiempo de recuperar. Mi objetivo era bajar de las 4 horas. Por lo que me había marcado un ritmo de 5,35 min/ km. Quería regular y mantenerme lo más cerca de ese tiempo y no perder mucho en la segunda mitad con respecto a la primera.

Sobre el km 5, las 3 salidas de colores se unían, haciendo complicado el mantener el ritmo prefijado. Pasamos los globos de 5h, de 4:45, de 4:30, de 4:15 y finalmente el de 4h. La verdad es que no estábamos muy bien colocados en la salida!!

La organización era excelente, con agua cada milla y bebida isotónica cada 5 km. Puestos de avituallamiento muy largos a ambos lados, permitían recoger las botellas –con tapón -sin ningún tipo de parón. Muchos voluntarios y tal como he dicho antes, muchísimo; pero que muchísimo ambiente.

No he corrido nunca una maratón donde en la primera parte de la carrera hubiera tanta gente. Era algo espectacular. La cantidad de bandas de música, pubs con la música puesta, grupos de animaciones. Era increíble. Si en estos primeros kilómetros había esta animación, cómo sería al final!!!

Aproximadamente en el Km 20 llegas al puente de la torre y te adentras en la city.

Ahí, donde se cruza el puente de la torre, la aglomeración de público y los gritos de ánimo te hacían sentir un auténtico maratoniano. Estábamos a punto de llegar a la media maratón.

Al llegar al final del puente, Peri decidió dejarlo y guardar fuerzas. No era su objetivo acabar, sino disfrutar de la experiencia y llegar bien para la Maratón de Madrid. No me dio mucho tiempo para asimilarlo. Simplemente se despidió.

Al quedarme solo, el sufrimiento aumenta. No te diviertes tanto. No tienes con quien comentar tus dudas, tus dolores, lo que te gusta, distraerte, en una palabra, por lo que la segunda media vi que iba a ser muy dura.

En ese momento nos cruzamos con la cabeza de la carrera (eso es otra galaxia) y eso me dio nuevos ánimos. Pasé la media en 1:59 con sensaciones regulares. Iba ya con dolores musculares varios….Era mi novena maratón por lo que la distancia ya me era conocida y el muro es algo que ya no me sorprende; es más, lo espero, lo sufro y lo venzo. Iba bebiendo constantemente y tomando los geles planificados –la organización los daba en la milla 14 y 21.

Manteniendo el ritmo previsto. Inevitablemente sobre el km. 35 las piernas pesan y la zancada se hace más corta. Ya lo esperaba, como antídoto empecé a recordar todo lo que me había costado poder conseguir el dorsal y venir aquí, por lo que era un privilegiado y por ello no iba a rendirme ni a aflojar ni un solo segundo. Las piernas me dolían bastante, pero mi crono me decía que tenía que seguir apretando. No tenía segundo que descansar. Los últimos 3 km son los más bonitos ya que corres junto al Támesis y te diriges hacia el Big Ben. La meta está situada en St. James Park justo delante de Buckingham Palace. Todo un lujo de emplazamiento. Finalmente 3:58. Objetivo cumplido y una gran satisfacción.
 
 
 

Tras cruzar la línea de meta, felicitaciones de todos los voluntarios, te colocan la medalla y te dan la bolsa con bebidas y camiseta. Quizá esto lo más flojo de toda la organización, primero porque la camiseta es de algodón, no técnica, y la comida de la bolsa…más bien excasa. En cualquier caso, buena organización de salida y nada de aglomeraciones, por lo que en 15 minutos estaba fuera paseando hacia Charing Cross en dirección al hotel.
 

 


Si hay algo que hay que destacar en esta maratón es sin duda la animación. Nunca antes había visto tanto. No creo que hubiese durante los 42195 metros que recorrí ni 100 metros seguidos sin gente. Repito, simplemente ESPECTACULAR.

AGRADECIMIENTOS

 
No podía terminar esta crónica sin dar mi agradecimiento especial para Inés y Rigo. Gracias a ellos, mi sueño de completar la World Majors Marathons está más cerca.