Muy complicado poder estar
aquí. 125.000 números de lotería agotados en 11 horas, para un sorteo donde
obtienen dorsal 36.000 participantes. Las grandes maratones agotan muy pronto
ya los dorsales. Hay una fiebre por correr maratones. Tras varios intentos, por
fin voy a poder correr mi cuarta Major Marathon.
La experiencia de mis
anteriores maratones, hace que no tenga excesivos nervios. Estoy relativamente
tranquilo y confiado, y sobre todo ansioso
por ver por qué ponen a la Maratón de Londres como la mejor del mundo, incluso
superando a Nueva York. Será cuestión de gustos?. Dentro de unos días lo veré.
El Jueves, nada más dejar las
cosas en el hotel, nos dirigimos a recoger el dorsal. Fuimos en metro, cambiando
al metro ligero con el mismo billete. Me venía bien conocer cómo llegar allí,
puesto que sería un camino parecido para poder llegar el domingo a la línea de
salida – Greenwich
Nada más bajarnos de la
estación, cientos de personas nos dirigíamos al mismo sitio. No hay pérdida,
además de que estaba muy bien indicado con banderas de la maratón. Tras entrar en el pabellón, ExCel, se recogía el
dorsal. Sin colas, sin agobios. Bien es verdad que era viernes a medio día.
Recorrimos todo el pabellón,
viendo los distintos stands. Nada destacable. Ya me los conozco todos. Stands
de ropa deportiva, de alimentación deportiva, donde se pueden degustar sus
productos energéticos, bebidas isotónicas, etc…y luego los stands de
promociones de carreras, donde había representación española con la Maratón de
Valencia y de San Sebastián.
También había unos stands
donde podías disfrazarte y te hacían unas fotos graciosas. Pasamos
tranquilamente la mañana por ahí, y posteriormente, nos fuimos a patearnos
Londres.
La carrera :
Me levanté a las 6:30, aunque tenía
puesta la alarma a las 6:45. No aguantaba más. El día de la carrera sí que se
siente esa excitación de entrar en acción. Ponerte tu traje de batalla, con
todas las cosas que cuidadosamente había preparado la noche anterior. No dejar
ningún detalle al aire, puesto que luego es lo que puede marcar tu fracaso
durante la carrera.
A las 7:00 estábamos
desayunando copiosamente. Lo íbamos a necesitar. Además, quedaban 3 horas hasta
el inicio de la carrera, por lo que podíamos hacer la digestión con facilidad.
Tengo que hacer aquí menciones
especiales a los pequeños detalles que hacen grande estos maratones, es lo que
marcan la diferencia. Como he dicho, poder desayunar con 3 horas de adelanto es
más que suficiente, pero por si acaso, el hotel había adelantado 1h30 la
apertura del comedor. Se podía bajar a las 5:30!!!. También mencionar que en un
restaurante que estuve en un pueblo a 40km de Londres, me dijeron al enterarse
que iba a correr la maratón, que tenían una promoción que a todo el que finalizara
el maratón (enseñara su medalla), le invitaban a comer al día siguiente de la prueba.
Y para finalizar, el metro para el participante es gratuito durante el día de
la prueba, tanto a la ida, como la vuelta. Simplemente enseñando el dorsal.
Así, con mi dorsal, nada más
llegar al metro, me abrieron el torno, y nos dirigimos a la zona de Salida. Al
hacer el trasbordo, ya había voluntarios indicando el camino para no perderte,
y cerca de 15 voluntarios con petos naranjas en todas las puertas de acceso al
metro ligero. Impresionante!! Imposible perderte o equivocarte de tren.
Nada más bajar, más
voluntarios indicando el camino, y en cuanto llegamos al parque de Greenwich,
grandes carteles para indicar las distintas salidas, roja, verde y azul – la mía-.
Había unos globos gigantes, de cada color para que se vieran dónde estaban
situadas todas las salidas. Vimos unos arbolitos apartados e idóneos para hacer
una parada técnica, y casi sin querer acertamos, puesto que nada más llegar al
recinto cerrado, donde se pasaba un control, enseñando el dorsal, había unas
colas de 100 metros en cada puesto urinario, además de que no había ninguna
otra posibilidad para aliviar los nervios.
En el tiempo de espera cogí un
poco más de vaselina tanto para mí, como para Peri, y nos hidratamos con las
bebidas energéticas que daban.
Nos dirigimos a la zona 6 de
salida. Los cajones estaban ya bastante repletos, pero pudimos acceder sin
problemas, tras pasar un segundo control de dorsal, esta vez más exhaustivo.
Había amanecido un día soleado. No hacía mucho fresco 7º, y se esperaban 17º.
Un día excelente para correr por las calles de Londres.
Con puntualidad británica se
dio la salida a las 10:00 h. Tardamos unos 6 minutos en poder cruzar la salida.
Las calles ya estaban llenas de gente. No eran excesivamente grandes las
calles, por lo que correr a tu ritmo era algo complicado. El recorrido no es
que sea especialmente bonito; pero el público y el ambiente son algo fuera de
lo común. Desde la primera milla la gente animaba con fuerza. A pesar de que
hay tres canales de salida, hubo momentos al principio en que no podías
mantener un ritmo. Éramos 36.000. Incluso en la primera milla llegamos a
pararnos con un ohhhh, general por parte de los corredores. Intenté no ponerme
nervioso ya que en una carrera tan larga, habría tiempo de recuperar. Mi
objetivo era bajar de las 4 horas. Por lo que me había marcado un ritmo de 5,35
min/ km. Quería regular y mantenerme lo más cerca de ese tiempo y no perder
mucho en la segunda mitad con respecto a la primera.
Sobre el km 5, las 3 salidas
de colores se unían, haciendo complicado el mantener el ritmo prefijado.
Pasamos los globos de 5h, de 4:45, de 4:30, de 4:15 y finalmente el de 4h. La
verdad es que no estábamos muy bien colocados en la salida!!
La organización era excelente,
con agua cada milla y bebida isotónica cada 5 km. Puestos de avituallamiento
muy largos a ambos lados, permitían recoger las botellas –con tapón -sin ningún
tipo de parón. Muchos voluntarios y tal como he dicho antes, muchísimo; pero
que muchísimo ambiente.
No he corrido nunca una
maratón donde en la primera parte de la carrera hubiera tanta gente. Era algo espectacular.
La cantidad de bandas de música, pubs con la música puesta, grupos de
animaciones. Era increíble. Si en estos primeros kilómetros había esta
animación, cómo sería al final!!!
Aproximadamente en el Km 20
llegas al puente de la torre y te adentras en la city.
Ahí, donde se cruza el puente
de la torre, la aglomeración de público y los gritos de ánimo te hacían sentir un
auténtico maratoniano. Estábamos a punto de llegar a la media maratón.
Al llegar al final del puente,
Peri decidió dejarlo y guardar fuerzas. No era su objetivo acabar, sino
disfrutar de la experiencia y llegar bien para la Maratón de Madrid. No me dio mucho
tiempo para asimilarlo. Simplemente se despidió.
Al quedarme solo, el
sufrimiento aumenta. No te diviertes tanto. No tienes con quien comentar tus
dudas, tus dolores, lo que te gusta, distraerte, en una palabra, por lo que la
segunda media vi que iba a ser muy dura.
En ese momento nos cruzamos
con la cabeza de la carrera (eso es otra galaxia) y eso me dio nuevos ánimos.
Pasé la media en 1:59 con sensaciones regulares. Iba ya con dolores musculares
varios….Era mi novena maratón por lo que la distancia ya me era conocida y el
muro es algo que ya no me sorprende; es más, lo espero, lo sufro y lo venzo.
Iba bebiendo constantemente y tomando los geles planificados –la organización
los daba en la milla 14 y 21.
Manteniendo el ritmo previsto.
Inevitablemente sobre el km. 35 las piernas pesan y la zancada se hace más
corta. Ya lo esperaba, como antídoto empecé a recordar todo lo que me había
costado poder conseguir el dorsal y venir aquí, por lo que era un privilegiado
y por ello no iba a rendirme ni a aflojar ni un solo segundo. Las piernas me
dolían bastante, pero mi crono me decía que tenía que seguir apretando. No
tenía segundo que descansar. Los últimos 3 km son los más bonitos ya que corres
junto al Támesis y te diriges hacia el Big Ben. La meta está situada en St. James
Park justo delante de Buckingham Palace. Todo un lujo de emplazamiento.
Finalmente 3:58. Objetivo cumplido y una gran satisfacción.
Tras cruzar la línea de meta,
felicitaciones de todos los voluntarios, te colocan la medalla y te dan la
bolsa con bebidas y camiseta. Quizá esto lo más flojo de toda la organización,
primero porque la camiseta es de algodón, no técnica, y la comida de la
bolsa…más bien excasa. En cualquier caso, buena organización de salida y nada
de aglomeraciones, por lo que en 15 minutos estaba fuera paseando hacia Charing
Cross en dirección al hotel.
Si hay algo que hay que destacar en esta maratón
es sin duda la animación. Nunca antes había visto tanto. No creo que hubiese
durante los 42195 metros que recorrí ni 100 metros seguidos sin gente. Repito,
simplemente ESPECTACULAR.
AGRADECIMIENTOS
No podía terminar esta crónica sin dar mi agradecimiento especial
para Inés y Rigo. Gracias a ellos, mi sueño de completar la World Majors
Marathons está más cerca.
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