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viernes, 27 de febrero de 2015

MARATON SEVILLA 2015 : QUIÉN DIJO MIEDO?


Con esta frase resumo lo que fue la carrera.  


Antecedentes

Tras una dura preparación en los meses previos, me encuentro 3 días antes afectado por una faringitis que me hace pensar seriamente si voy a poder participar en la maratón. Intento no ponerme nervioso y confío en los medicamentos para que puedan hacer su efecto rápidamente….pero me siento muy cansado. Hago mi último entreno/prueba y veo como si hubiera perdido 1 mes de entrenamientos. Muy cansado, fatigado de respiración…mal, muy mal. Así no se puede correr una maratón. Tengo 36 horas para evolucionar a favor, pero no estoy muy confiado.

Tras la decepción de la maratón de Valencia (a pesar de ser mi record de Maratón), pero yo sabía que podía haber hecho mucho más….las piernas agarrotadas, sin una explicación clara (falta de hidratación? humedad?, la maratón de Sevilla estaba planteada como una segunda oportunidad. Quería quitarme la espina clavada, pero no iba a ser fácil.


Entrené específicamente las tiradas largas, para acostumbrar más al cuerpo, e intentaría cuidar mejor alimentación e hidratación durante la carrera.


Volvía a correr con Nacho, y eso siempre es un aliciente y una motivación más para esforzarme. No íbamos a ir de reservones. Queríamos batir nuestros propios records. Quién dijo miedo?



La historia


Llegamos a Sevilla el viernes por la tarde. Fuimos directamente a la Expo, a la recogida del dorsal. Expo discreta, algo de merchandasing, sin demasiada gente, pues ya era bastante tarde. La recogida del dorsal rápida, sin colas, al igual que la bolsa del corredor. Nos hicimos algunas fotos y nos dirigimos hacia el Hotel.

Estaba situado a escasos 1000 metros de la línea de salida. Bien situado.

Nos fuimos a cenar por Triana, y empezar a empaparnos de las cosas típicas de Sevilla. Allí, quedamos con David y Sol, que se habían animado a pasar el fin de semana con nosotros, animarnos, ver el ambiente, etc…Creo que algún día David se atreverá con una media maratón….en cuanto se compre unas zapatillas! 

Cena distendida, agradable, todos contentos por poder compartir estos momentos de relax.

El sábado nos levantamos con tranquilidad y aprovechamos al máximo el buffet del hotel, ya que al día siguiente no íbamos a poder disfrutarlo tanto….
Acto seguido, nos dirigimos hacia el centro de la ciudad, a hacer un poco de turismo. La Giralda, las callejuelas típicas de Sevilla, calle Serpis…

Para finalizar el día, tradicional cena de la pasta y a descansar, que el día siguiente iba a ser muy largo 

A las 6:30 tocó diana. Había quedado con Nacho para desayunar a las 6.45. Tomamos un  desayuno ligero, pues desafortunadamente no se puede comer todo lo que uno quisiera justo antes de una carrera. Charlamos tranquilamente sobre la estrategia de la carrera, dónde quedar enla llegada si nos separábamos, ritmos de salida, etc…

A las 8:15 salimos para la línea de salida. Hacia fresco, unos 5º, pero estaba anunciado unos 19º a mitad de día. Aprovecharíamos las primeras horas más fresquitas para poder correr más a gusto. 

Entramos en el cajón 3:45-4:00 que me correspondía. Nacho, que estaba en el cajón de 3:30-3:45 se vino conmigo. Gran detalle, pues así, al menos salíamos juntos. Intentamos ponernos lo más adelantados posible, para no tener luego que adelantar demasiada gente. 

La calle, con una mediana, era relativamente estrecha. Esperábamos que no se formara demasiado tapón. A las 9 en punto, se dio la salida, y no tardamos mucho en comenzar a correr. Comencé a adelantar a gente, intentado desde el primer kilómetro que pudiéramos correr a 5:00 min/km y no desviarnos de nuestros objetivos. Nacho iba un paso por detrás, siguiéndome en los zig-zags. 

Se pasaron los 2-3km más complejos, por los tapones de gente y más estrechamientos de la calzada, pero no habíamos perdido excesivos segundos por kilómetro. Llegamos a la Torre del Oro, cruzamos por el puente y las vistas eran fantásticas. 

Seguía tirando de Nacho, marcando un ritmo constante, sin forzar. Pero notaba que me faltaba algo, no sabía que era, hasta que….Nacho no hablaba. Qué raro, con lo que le gusta comentar la carrera y lanzar sus bromas! 

Íbamos bastante callados por ello, concentrados. Yo solo le cantaba el ritmo del kilómetro. Pocos más comentarios. Nos acercábamos al km 8, donde nos encontraríamos con las familias. Ya se veía el puente, y ahí que estaban todos, pero en el lado contrario. Solo nos dio tiempo a lanzar unos gritos, unos saludos y espero que a ellos unas cuantas fotos!! 

El próximo punto de encuentro seria sobre el km 14, donde la Macarena. Le pregunté a Nacho que cómo iba, y me contestó : Mejor no te digo como voy. Me recordó a mi otro compañero de fatigas, Peri. Esa si hubiera sido una contestación propia de él, pero no de Nacho. Algo no iba bien. 

Llegamos al km 14, nuevamente saludos y fotos rápidas, en una zona donde había mucha animación, una banda de música, y Nacho empezó a dar gritos y a animarse. Nos pusimos a correr a 4:30. Tras la emoción, volvimos a recuperar nuestro ritmo de 5:00.

Nacho me comenta que espera poder aguantar este ritmo hasta el km 25. No sé si va en serio. No es típico de él. Sigo tirando de él, pero no sé si debo bajar, si le voy forzando o qué. 

Quería llegar a la media en 1h46, para que no se nos fuera la carrera y los tiempos. Y así fue. Tiempo clavado. Nada más pasar el arco, me comenta que tiene que hacer su segunda parada técnica sobre el km22,y que si no me coge luego, que yo siga. Me quedo un poco sorprendido. Pasamos el 22, y el 24 y el 26, y no hace la parada. Quizá se le ha olvidado, o se le han pasado las ganas. 

Tomo glucosa durante la carrera en el 9, el 18 , el 35 y el gel que da la organización justo en el km 27,5. Los avituallamientos están muy bien puestos. Cada 2,5km. Todo un lujo, y además en ambos lados de la calzada, por lo que no hay avalanchas de gente y no se pierde el ritmo. Agua, Isostar, Platanos, Pasas y los mencionados geles. Muy bien, la verdad. 

Quero mantener este ritmo y llegar al menos así hasta el km 30. Marcamos 2h:32. Muy bien, mejor que en Valencia. Ya solo quedan 12 km. Hay que apretar los dientes. 

Las piernas empiezan a pesar. Dolor en los tendones de la rodilla y cansancio muscular. Pero no tenía calambres ni contracciones, como me ocurrió en Valencia, por lo que tenía que seguir fuerte. No debería bajar excesivamente el ritmo. 

Nacho hace su parada al final en el km 32. Grande Nacho le animo, hago un intento de despedida, por si no consigue reengancharse…..pero a mí me afecta. Automáticamente bajo mi ritmo, por el cansancio, por no poder seguir corriendo con él. Empiezan a salir ritmos de 5:20-5:25. 

Oigo un México Lindo por detrás….Nacho me está cogiendo : Bien!! Nuevamente juntos. Ha hecho un gran esfuerzo para cogerme. Le ha costado, pero se ha reenganchado. 

Nos quedan 8km, prácticamente nada, pero ya vamos muy tocados. Entramos en el Parque Maria Luisa, un par de km por ahí, viéndolo. Llegamos a Plaza de España, con mucha animación y fantástica vista. Te hacen dar toda la vuelta….pa qué, te piensas!! Es lo que hace ir cansado. 

Tras la salida del parque, ya sabemos que vamos directos al Estadio Olímpico. Vamos a atravesar todo el centro turístico, la Giralda, calle Tetuán…mucha gente, mucha animación. Muy bonito. Te llevan en volandas. Se oyen comentarios muy graciosos, que te animan : Qué grandes sois!, Vosotros sí que sois campeones! Ole por vosotros! Qué envidia me dais! 

Veo a un corredor con una camiseta que pone en la espalda : El dolor dura unos días, la gloria es eterna. Me recuerda a Valencia, el título de mi crónica. Me sirve para metérmelo en la cabeza y apretar los dientes. 

Se pasa por una callecita muy estrecha, con tachuelas en el suelo, incómoda para correr, y gente a ambos lados. Km 39 y ahí están todos gritando, David Perlado me pega un grito de repente, no sé si le da tiempo ni a hacer fotos, saludo como puedo, pero no veo a nadie. Solo sus gritos. Veo a Bea sentada en un poste. Simplemente levanto la mano y saludo. 

Estaba previsto que aparecieran por el km40, pero se nos habían adelantado. Ahora ya no teníamos más motivación. Iban a ser 3 kilómetros duros. 

Se nos van un par de km a los 5:30-5:38. Cruzamos el puente, dirección al hotel, y al estadio. Vamos tocados. Nacho me dice en el km 40 que se para, que necesita estirar o andar un poco, quedamos en la llegada. Es duro, y me da pena por el. Tiene piernas para hacer menos de 3h30. 

Ya solo son 2 kilómetros. Sigo mirando el GPS, vigilando los tiempos. Sé que voy a mejorar de largo mi record y hasta mi mejor estimación, pero aun así aprieto porque sé que puedo hacerlo mucho mejor. 

Entramos en el estadio, bajando por el túnel. Los cuádriceps se quejan en la bajada. Nada más entrar miro para ver dónde está el arco y gestionar mis últimas fuerzas. Aprieto, no quiero que se me vayan los últimos segundos. Levanto los brazos. Estoy acabando mi onceaba maratón y destrozando mi record. Objetivo conseguido. Muy contento. 

Me emociono un segundo al llegar. Se sigue andando unos cuantos metros, te colocan la medalla y al girar veo a Nacho. Le grito. Nos abrazamos, nos emocionamos. 

Hemos sufrido, pero ha merecido la pena. Al menos, es lo que yo siento. El, no. 

Según se sale, dan la manta térmica, bolsa del corredor, más agua, coca cola, cerveza, lasaña, bocadillo….está fenomenal. 

Al salir del estadio en dirección al hotel Nacho se encuentra mal del estómago, tiene que echar 3 veces el agua y geles ingeridos. Está muy tocado. Muy serio. Como en toda la carrera. No ha tenido su día. Me queda ese amargor. 

Acabé en 3h:39, muy contento con la mejora de la marca personal. Habían sido muchos días de entrenos, muchos km semanales, muchas salidas largas, más que nunca. 

Ahora, con el dolor todavía en las piernas, no creo que vuelva a intentar una mejora de marca. Aunque eso dije en Valencia y lo he vuelto a intentar….si bien ha sido para quitarme la espina clavada de esas malas sensaciones. Pero también, según se lo comento a Peri, me dice que también en Nueva York dije que no volvería a correr más maratones, y aquí andamos…. 

Correr en compañía es lo que me hace seguir corriendo maratones. Compartir los sufrimientos, animarnos todas las semanas cuando comentas los entrenos realizados, y ver nuestras sensaciones….y por supuesto, planificar desde ya los nuevos retos, las nuevas carreras. 

Para la próxima maratón – Boston, me la plantearé para un mayor disfrute de la carrera, de la organización, de la gente, y espero correr sin tanto dolor….aunque echaré de menos a mis compañeros de fatigas. Pero tened seguro que os llevaré en mi mente. Grande Nacho. Grande Peri.