Translate

martes, 4 de octubre de 2016

La maratón de Berlín : Primer grande que repito!



Habían pasado 6 años desde que corrí esta maratón, y no tenía en la cabeza repetirla, pero si es verdad que mi compañero de fatigas, Nacho, tenía muchas ganas de correrla y por ello, me decidí a volver a hacerla. No iba a dejarle solo!

Tanto han cambiado las cosas durante todos estos años, que lo que era una inscripción normal, tranquila y sin estrés para poder participar en la maratón de Berlín, ahora era una inscripción, con 1 año de antelación y acompañado de un sorteo!. En esta ocasión, además, había una modalidad de inscripción por equipos (de 3 personas), por lo que era ideal para apuntarnos, y si éramos agraciados en el sorteo, pues todos nos íbamos para Berlín. Así es que, tras la maratón de Ámsterdam de 2015, nos apuntamos a este sorteo novedoso, y fuimos agraciados con esta nueva maratón Nacho, Peri y yo.

Como en Ámsterdam, David y Sol se apuntaron como animadores y reporteros gráficos! Así da gusto seguir apuntándose a retos!



Y comenzamos ya el relato propio de la carrera.



Llegamos a Berlín sobre las 12h del sábado 24 de septiembre de 2016. Dejamos las maletas en el hotel, y decidimos ir a  buscar el dorsal. Fuimos andando, para ya, ir tomando el aire a la ciudad. El fin de semana, iba a ser soleado, precioso, quizá hasta demasiado calor para correr una maratón, pero desde el punto de vista de turismo, ideal, perfecto. Íbamos a disfrutarlo un montón.



La feria del corredor la habían cambiado con respecto a mi última vez. Ahora, se encontraba situada en una especie de almacén antiguo, en posición relativamente céntrica de la ciudad. Muchos stands, aunque casi todo para merchandasing y recogida muy rápida de dorsal, sin colas, donde sólo podía acceder el corredor y ya te colocaban una pulsera para evitar el cambio de dorsal/persona. Quizá todo ello por el tema de seguridad….

Al volar el sábado, nos perdimos la carrera de confraternización, ó Breaksfast Run, pero Peri y Paloma, que habían volado el día anterior, sí que fueron y disfrutaron de esta bonita carrera. Son 6km, desde el Palacio de Charlottenburg, hasta el Estadio Olímpico. Recuerdo que fue muy emocionante entrar a la pista de atletismo y ver toda la gente aplaudiendo.

Por la tarde, pasamos el día visitando Berlín. Habíamos reservado un tour gratuito con un guía para ver el centro de Berlín. Fueron unas 3 horas, que junto con las otras 3 horas que ya llevábamos de recogida de dorsal y paseo por la ciudad, hicieron que Nacho y yo fuéramos al hotel a descansar unos 40 minutos antes de la cena.

Aprovechamos para comprar algo para el desayuno del día siguiente y quedamos en el restaurante italiano Roma, viejo conocido nuestro del año 2010, donde recordaba una Lasaña espectacular.

Efectivamente, la calidad y la cantidad seguían siendo las mismas, y pasamos una gran noche todos juntos charlando, preparando mentalmente nuestra carrera de mañana y cogiendo las máximas energías.

Llegó el domingo. No hay prisa en levantarse, pues estamos muy cerca de la salida. Desayuno sobre las 7.00 para que dé tiempo a hacer bien la digestión. A las 8.15 quedamos en el hall del hotel, para hacernos las pertinentes fotos, despedirnos, y ya nos dirigimos emocionados hacia la salida.

No hace nada de frio. Va a hacer un día espléndido. Pasamos los controles para acceder al parque. Mucha gente. Quizá un poco agobio. Y nos dirigimos hacia los cajones. Nacho y yo en el F. Peri en el G, pero le convencemos para que venga con nosotros y pase el ultimo control. Lo logramos. Vamos a salir todos juntos. Bien. No estaba yo muy convencido si Peri correría o no, o si se uniría a la carrera más tarde, o que ritmo llevaría. Había tenido un virus estomacal durante la semana y no había entrenado bien, además de una pérdida importante de peso. Pero ahí estábamos otra vez todos juntos. Qué ilusión!

Mi entreno para este maratón no había sido el más adecuado. Justo 1 mes después del Ironman, por lo que las primeras semanas, noté que mi cuerpo estaba cansado, mi musculatura se quejaba fácilmente, y no había podido forzar en mis entrenos. Asimismo, muchos viajes de trabajo durante los últimos días, incluyendo el último que me había traído de Chile el jueves anterior, hicieron que mi cansancio físico y emocional fuera grande. Veríamos como reaccionaba durante la carrera.

A las 9:15 dan el pistoletazo de salida. Estamos cómodos esperando, sin agobios. Nosotros no saldríamos hasta dentro de 10 minutos, con la ola 2.

A las 9:25, segundo pistoletazo de salida. Casi no me doy ni cuenta y ya había cruzado la salida. La calle es amplia y se puede coger ritmo rápidamente. Nos despedimos de Peri. Él va a seguir sus sensaciones, su ritmo.

Hay mucha gente animando, el día promete. Unos 45.000 corredores de diversas partes del mundo por las calles de Berlín.

Hay música durante todo el recorrido: música en vivo, grabada, música moderna, clásica, batukadas... Es impresionante. 60 bandas distribuidas por los 42195 metros.

Habíamos quedado con nuestros animadores en 3-4 puntos para que nos animaran. Con tanta gente, no sé si seremos capaces de verles!

Estando sobre le km 5, veo que mis piernas van ya cansadas. No es una buena sensación. No es nada bueno. Noto los cuádriceps ya exigiéndose. No sé cómo voy a acabar. Se lo comento a Nacho y me centro en llegar al km8, muy cerquita del hotel, donde habíamos quedado.

Ahí la carrera se agolpaba un poco, y aun sabiendo que estaban allí, casi no logramos verlos. Sol y Paloma nos gritan. Saludamos rápido. Unos metros más rápido, Carmen me grita subida en un murete! Más fotos y saludos. No veo a David.

Tras pasar la curva, veo a Luis Hita de espectador, le grito y nos chocamos las manos. Qué casualidad!! Me ha hecho ilusión haberle visto. A ver cuando organiza para correr su Maratón número 100!!

El día iba a ser caluroso y nos centramos en beber constantemente para evitar deshidrataciones. Desde el km 1, yo iba sudando a tope, con la camiseta ya muy mojada. Uff, que diferencia con respecto al lluvioso día de hace 6 años.


 


Tras estos primeros ánimos, el siguiente punto de encuentro era en torno al km 19. Muchos eran, y yo sin seguir encontrándome bien. Estos kilómetros, corremos a un ritmo sostenido, pero casi sin hablar. No sé si es bueno o malo. Normalmente Nacho es muy hablador y cuando no habla, malo….Además, siento que a pesar de que yo no voy bien, voy tirando de él, como en Sevilla. No sé.

Es a partir del 10 km cuando la menos noto que los 2 empezamos a correr más en paralelo. Parece que el va bien.

Voy cogiendo agua en cada avituallamiento - cada 3km aproximadamente.

Nos vamos acercando a la zona de Friedrishain y Alexanderplatz. Las avenidas son muy amplias, se corre muy bien.

Cruzamos un puente en Alexanderstrasse  y entramos en Kretuzberg. No nos fijamos mucho en los barrios. No son muy reconocibles para mí. Sigue habiendo mucha gente. Y vemos unas cuantas banderas españolas.

Llegamos sobre el km19 – nuestro segundo punto de encuentro. Un cruce de calles elegido sobre plano, por lo que habría que estar atentos. Nos encontramos sin problemas, y ahí si están todos. Gritamos eufóricos y nos da mucho ánimo para seguir corriendo. A partir de aquí, ya hasta el km 38 aproximadamente no nos veríamos. Iba a ser mucho tiempo, muchos kilómetros.

Pasamos el km 20 y el ritmo el ligeramente por debajo del programado, pero nada significativo. El paso de la media maratón confirma que vamos unos 2 minutos por encima de mi tiempo estimado. El problema : que la segunda media maratón no se suele correr al mismo ritmo que la primera, por lo que se puede llegar a perder mucho tiempo…..

No lo veo nada claro. Demasiado cansado para estos primeros 21km.

Además del cansancio, mi mente no está por correr estos 42km. Lo ve como algo lejano, un imposible. Y eso que hacía nada que se había metido para el cuerpo 226km….pero el cuerpo y la mente es así. No siempre se llega al 100% preparado. Y en esta ocasión, yo no lo estaba.

Me sigo forzando a mantener el ritmo. Aguantar lo máximo posible, y cuando explote, pues exploto, pero lo más cerca a meta posible. Le pregunto a Nacho qué tal va, y le veo fenomenal. Qué envidia.

El en km27, tengo un bajón muy importante, algo físico, pero sobre todo mental. Creo que ya. Ha llegado mi momento. Le digo a Nacho que siga, que yo tengo que aflojar, que no puedo aguantar el ritmo. Mis piernas no quieren seguir corriendo. El, aguanta conmigo, y afloja unos segundos. Me dice que tranquilo, que vamos bien, que me olvide del tiempo. Justo en ese momento, dan el gel. Lo cogemos, pero ninguno de los dos nos atrevemos a comerlo.

Yo tenía 1 gel programado para tomarlo en el km20, pero no quise tomarlo. No me apetecía. El cuerpo no me lo pedía, y ahora, pues casi que lo mismo, pero corro el riesgo y lo tomo. No está bueno, y lo voy tomando con tranquilidad. Nacho, duda también, por no estropearse el estómago, pero al final lo toma de golpe.

No sé si es efecto del gel o qué, pero del km27,5 al 30 noto mejoría y puedo seguir el ritmo. Me da ánimos. Habré pasado el momento malo?

Sobre el m 30 comenzamos a hablar. Vamos muy bien y charlando de nuestras cosas. Ello hace que se me pasen los km volando, y nunca mejor dicho. Es increíble! Estamos ya en el km36 casi sin darme cuenta.

Bebemos en cada avituallamiento. Como no dan las cómodas botellitas, sino vasos de plástico, es difícil cogerlos y beber, es un poco caótico, pero nos hacemos a ello.

Tras acabarse nuestra conversación, ya sobre el km36, quedan solo 2 km para volver a ver a nuestros animadores. Disfruto viendo la gente que hay en las aceras, siento la música. Levanto la cabeza e intento encontrarles. Ahí están! Nuevamente nos animan a tope, gritamos de alegría, nos hacen fotos. No falta nada!!

Con este subidón, afrontamos los kilómetros finales. A toda bandera de España que vemos los gritamos y animamos y nos devuelven los saludos. Hasta el punto que en el km40 es increíble cómo vamos corriendo y gritando y saludando a la gente, mientras los corredores de nuestro alrededor van callados y con la cabeza mirando al suelo.

Que bien nos lo estamos pasando. Nacho me agradece que estemos ahí corriendo juntos en Berlín. Es su primera Major!

Empiezo a conocer las calles, pues pasamos por la Plaza de las Catedrales, una de las más bonitas de Europa, según dicen. Esta última parte de la carrera, ya por zona más céntrica, se me hace llevadera gracias a conocer estos últimos kilómetros.

Enfilamos Unter den Linden, esquina con Friedrich. Ahí vamos ya como en una nube. Saludando a todo el mundo y deseando hacer el último giro para ya por fin ver a lo lejos la puerta de Brandenburgo.

En la misma puerta, ahí estaban ya todos por última vez para llevarnos en volandas esos últimos metros. Veo también a Peri animando! Me da un poco de pena que no haya podido finalizar, pero a buen seguro, que ha disfrutado a su manera la carrera.

Todavía quedan 195m. Posamos para todas las cámaras, fotos, etc, nos abrazamos y cruzamos la meta. Uff, que manera de acabar. Yo ya al límite. Nacho, exultante. Habíamos corrido muy rápido estos últimos kilómetros. No me lo creo. No sé cómo he podido aguantar.

Me cuelgan la medalla. Nos hacemos unas fotos, y como no, nos tomamos una cerveza alemana (sin alcohol, eso sí!).

                Ha sido muy diferente correr este maratón con respecto al que corrí hace 6 años. Mi evolución como corredor es evidente, y ahora, aun teniendo un mal día, los tiempos salen, fluyen. A pesar de mi bajón mental del km 27, acabo muy contento por haberlo superado, por acabar así de bien. No sé si agradecérselo a mi mente, a Nacho, o a ese gel del km 27,5….

Lo que sí que tengo que agradecer es todos esos ánimos que recibimos durante toda la carrera. Gracias, así es más fácil correr.

Y aquí empieza el reto de 5 maratones en 3 meses. No está nada mal.