Translate

lunes, 24 de abril de 2017

MARATON ZARAGOZA – 2 DE ABRIL DE 2017



Pues a Zaragoza que nos vamos, sí. Casi sin planificar, buscando maratones alternativas para ir completando el calendario. Palencia este año se canceló, por lo que, dos meses y pico sin maratones parecía excesivo….jajaja

Dio la casualidad que adelantan esta maratón al mes de Abril, cuando habitualmente era en Septiembre, así es que, decidimos que podía ser una buena oportunidad para conocer una nueva carrera y mantenerse en forma para la Maratón de Madrid, que será 3 semanas más tarde.

Como novedad y/o inconveniente, era que acababan de darnos un perro guía para su educación durante 1 año. Así es que mi descanso últimamente era poco…y además, Woly, que así se llama la cachorra, dormiría con nosotros – el hotel admitía mascotas.

Fue un viaje de ida/vuelta prácticamente. Algo paliza, por tanto. Llegamos sobre las 12 a la Expo, situada en la Universidad de Zaragoza. Pobre, muy pobre. Un pabellón para recoger el dorsal y el resto, en la calle. Muy mala impresión.

Allí quedamos con el resto de los viajeros maratonianos, David y Sol, y Marta/Nacho, que también corría. Tomamos un pequeño aperitivo y nos separamos de Marta y Nacho, que tenían compromisos familiares.

El hotel, estaba situado al lado de la Pilarica, es decir, al lado de la Salida/Meta. Excelente localización.

Comimos por la zona. Curioso es que en estos sitios, nos ponían de comer lo que ellos sugerían…era como si no hubiera carta…decidían por ti. Nos reímos un montón.

La tarde, la pasamos paseando, conociendo un poquillo Zaragoza. Hacia buen tiempo y era agradable.

Tras la tradicional cena de la pasta, fuimos a dormir pronto, que el maratón empezaba a las 8:00 y había que pegarse un buen madrugón.

Entre el perro y los nervios habituales, no conseguí dormir demasiado, por lo que ya me levanté cansado, muy cansado. El hotel había ofrecido ¡gratuitamente! un pequeño desayuno para los maratonianos, bollería, frutas, zumos, agua…No estaba nada mal

Nos dirigimos hacia la salida. Poco ambiente, unos 1000 corredores tan solo. Fresco mañanero, pero podía ser mucho peor siendo Zaragoza, lugar conocido por sus “exportaciones” de frio a otros lados del planeta…jajaja

Con poco convencimiento, salimos. Creo que se me iba a hacer muy larga la carrera. Pero una vez puestos, me concentro y a por ello. Los primeros km discurren por la zona de la “Expo” de Zaragoza. Me gustó recordar viejos tiempos. Hace mucho viento. Va a ser duro. Pero no hay excusas.



Nacho no entra en carrera, dice. Hace su primera parada técnica en el km 8, y tengo la sensación, como que me va a abandonar. No se…

Afortunadamente, en el km9 estaban nuestros animadores y sobre el km 10, había un ida/vuelta donde nos cruzábamos los corredores, por lo que pude calcular mentalmente sobre a qué distancia venía Nacho.

Por fin, sobre el km 12, conseguimos enlazar. Esos 4km me produjeron cierto cansancio mental. No saber cómo afrontar la carrera, si esperar, aflojar o seguir a mi ritmo. Bueno, el caso es que nos habíamos agrupado. Su siguiente parada técnica ya fue sobre el km 20, pero ya con mejores sensaciones, y sabiendo que enlazaría conmigo fácilmente. Habíamos ya comenzado un recorrido por un parque, con ciertas cuestas y poca animación, por lo que junto con el viento, desmoralizaban bastante. No había un cansancio excesivo, pero sí los kilómetros se iban notando en el cuerpo.

Sobre el km 28-30, notamos que el grupo de las 4h se nos acercaba por detrás, por lo que apretamos un poco para no ser absorbidos.

Era un grupo muy numeroso y sería complicado poder correr ahí juntos. Mejor a nuestro aire. Sobre el km 34, ya el grupo finalmente nos da caza, pero corremos en cabeza. Va guiado por una chica que no para de dar ánimos, gritando y con cara de poco esfuerzo. Qué envidia. Eso nos hace que aguantemos el ritmo. El grupo se ha reducido bastante en número, pero seguimos siendo unos 15-20 corredores. Nos mantenemos en cabeza.

Sobre el km 38, nos acercamos ya mucho a la Pilarica. Parece que estemos ya ahí, pero no, la carrera vuelve a girar y nos saca nuevamente del centro, dándonos fuertemente el viento. Eso, junto con el ritmo más elevado que estábamos llevando, me pasa factura. Noto como una pájara. Un vacío energético. Sólo había tomado un gel, sobre el km25, y había decidido no tomar el gel del 34. Fallo. Los 2 últimos kilómetros iba a sufrir. Nacho en cambio es cuando mejor se siente. Iba pletórico, hablando, saludando. Yo con la cabeza gacha. Mala sensación. Como siempre, me espera, corriendo a mi lado, a pesar de que le digo que siga él. Gran compañero.

Aprieto los dientes como puedo. La guía, nos espera a falta de 500metros a unos cuantos rezagados del grupo de 4h, como nosotros y nos anima a seguir y llegar por debajo de ese tiempo.

Cruzo la meta y me emociona volver a llegar y acabar una maratón. Cómo es este deporte!! Sensación agridulce, por ese bajón en los últimos kilómetros. Quizá por la falta de energía. Quizá por un bajón en el rendimiento tras un mal descanso durante los últimos días y semanas. Cualquier pequeño detalle afecta, y mucho, en este tipo de carrera tan exigente.




No hay comentarios:

Publicar un comentario