Nueva muesca
en mi Colt, nuevo reto conseguido.
Era mi segundo
medio Ironman, pero ya con la experiencia del Ironman completo, y eso puede
hace que te relajes, que te lo tomes como “algo fácil”. Al menos, esos eran los
comentarios de la gente, de amigos, etc…
Y de fácil no
tiene nada. De hecho, el cansancio es mayor, en mi opinión. Primero, porque no
se entrenan tantos meses ni tantas horas y segundo, porque la prueba la haces
más a tope, esforzándote más. Es un planteamiento distinto del ironman, donde
vas a regular, a aguantar, a resistir. En un medio, quieres ir más rápido,
piensas que no debes ser tan conservador, etc..
PREVIA
Cuando decidí
hace unos años intentar hacer un medio ironman, me recomendaron Canet de
Berenguer, un pequeño pueblecito situado al norte de Valencia, cerca de
Sagunto. Por unas circunstancias u
otras, al final no puede debutar allí, y cambie mis planes para hacerlo en
Valladolid, pero ahí quedo anotado en mi agenda, el poder hacer esa prueba
algún día. Así es que, como me cuadraban las fechas, pues allí que me fui.
Habían
cambiado el patrocinador/organizador de la prueba, y….lamentablemente, no fue
tan bueno como prometían o cabe esperar de una prueba como esta, que conlleva
mucha preparación física, pero también mental y de material. Son muchísimas
cosas a tener en cuenta,, y no es bueno dejarlo a la improvisación, y por lo
visto ellos, sí lo hicieron. En general todo bien, pero hay detalles muy feos,
que no pueden ocurrir en este tipo de pruebas. A saber; cambio de circuitos de carrera
y de bici en el último momento, informan, tanto en página web como en la
reunión técnica previa a la carrera, que van a dar bebida isotónica en los
avituallamientos de bici y corriendo, y la realidad s que no dieron en ninguno.
La pérdida de sales, en un día soleado y con humedad, en este tipo de pruebas
es muy grande, por lo que la recuperación vía bebidas isotónicas es muy
importante, pero por lo visto a ellos no les parecía tanto. Eliminación de la
Pasta Party del día previo y por último, se acabaron las botellas de agua y
empezaron a dar vasos de agua….
Tras un verano
complicado, con problemas de enfermedades de familiares y sin poder entrenar
adecuadamente, intenté recuperar sensaciones con los entrenos de Septiembre. No
se llega a un nivel máximo, pero me veía bien, con confianza. Quería mejorar el
tiempo de mi debut, y los recorridos, y las condiciones meteorológicas eran
perfectas, así es que había que intentarlo.
LA PRUEBA
El día amaneció
soleado, casi sin aire, y con pronóstico de 25ºc para cuando comenzáramos a
correr. Quizá algo excesivo, pero es lo que había!!
No había
conseguido dormir nada bien. No eran nervios propiamente dichos, más bien
pensamientos de cómo debía afrontar la carrera, revisando mentalmente el
material, orden de colocación, comida preparada, etc…el caso es que el descanso
no fue bueno.
Tras el
desayuno, la entrega y control de material pertinente. Todo listo y dispuesto.
Me puse mi
material de guerra y me llevé a Antonio conmigo. Iba a sufrir yo en esta ocasión por todo lo que
el había estado sufriendo y para que cogiera fuerzas para el futuro.
LA NATACION
Tras un
control de chips bastante desastroso, que hizo que nada más pasar el control
yo, se diera la salida, cuando por detrás debían de quedar cerca de 50 personas,
me lancé a correr para entrar en el agua mientras me iba colocando las gafas.
Eran 2 vueltas a un circuito de 950metros, para un total de 1900metros, con
salida a pie por la arena entre las dos vueltas. Me encontré bastante solo
nadando, un par de personas alrededor, pero aun así, los nervios, la
excitación, la opresión del neopreno, me agobiaron. El agua no estaba casi
fría, todo estaba ok, pero yo no conseguía nadar cómodo. Quien me mandaría a mi apuntarme a esto!! Es
la última prueba que hago!! Son pensamientos que corren por mi mente en esos
malos momentos. Parecía que la primera boya la alejaban más y más. No había
forma de llegar a ella. Son momentos de gran agobio y tensión. Al fin, llegué a
esa primera boya. Tras el giro, intenté relajarme y pensar en algo, que no
fuera la prueba. Conseguí coger algo de ritmo. A pesar de que estaba muy bien
indicado el circuito (boyas muy grandes, y además un barco pegadas a ellas, por
lo que era imposible no verlo), me suelo torcer bastante nadando….y tengo que
estar continuamente rectificando el camino. Nuevo giro y dirección hacia la
playa. En principio, lo más sencillo, pero se me hizo eterno. Salgo en la primera
vuelta en 20 minutos, bien!! Subidón. Justo el tiempo previsto! Comienzo la
segunda vuelta con esa animación que me había dado ver que no estaba del todo
mal. Y además, se me había pasado el agobio, por lo que, sabiendo que no queda
mucho y que en breve comenzaría la bicicleta, pues me animaba a continuar
nadando. Acabo la segunda vuelta, unos 45 minutos aproximadamente.
Curiosamente, la segunda vuelta, peor que la primera, aunque yo tuve mejores
sensaciones.
Salgo del
agua, corriendo playa arriba, quitándome el neopreno. Momentos de gran
agitación respiratoria, llegando a la transición intentando no perder excesivo
tiempo y no olvidarte nada.
LA BICI
Salgo con
fuerza por las primeras calles del pueblo, adelantando un par de corredores que
se lo tomaban con más calma. Me acoplo y a coger ritmo. Voy bastante acelerado
de pulsaciones e intento relajarme. Veo una velocidad constante siempre por
encima de 30km/h que era mi objetivo, por lo que va todo bien. Eran 4 vueltas a
un circuito, totalmente llano, con las únicas dificultades de las continuas
rotondas y 3 giros de 180º por vuelta, donde había que tener mucho cuidado. Los
kilómetros empiezan a pasar y noto cierto dolor en el gemelo derecho, como si
estuviera contraído. Me preocupa, porque sé que si fuerzo, luego no podré
correr. No le hago mucho caso y decido forzar y arriesgarme. Creo que puedo
hacer una buena bici.
Tras la
primera vuelta, donde he adelantado a unos cuantos corredores y no me han
adelantado a mí, cojo confianza e intento dar un poquito más. Me lo estoy
pasando bien, aunque mi duda es si voy a poder aguantar este ritmo los 90 kilómetros.
Veo al resto de los participantes bastante conservadores (con la excepción de
los profesionales que van a todo gas!!). Paso 2-3 momentos de apuros, un giro
en una rotonda donde de toca el pedal en el suelo, un adelantamiento de un
profesional por el medio de un corredor y yo y un bache que me pilla cuando
estaba comiendo, que hace que se me mueva la bici peligrosamente….
En la tercera
vuelta, ya intento no reservar nada, pero también empiezo a notar que mi fuerte
de energía no es infinita….espero que no me dé una pájara!! Por el contrario,
el dolor de la pierna ha desaparecido, por lo que no tengo escusa. En esta
tercera vuelta, noto como el viento empieza a levantarse, y durante ciertos
tramos es algo incómodo y reduce la velocidad media a la que voy. En cualquier
caso, sé que llevo muy buen tiempo, y que puedo bajar de las 3h, cosa que no
pensaba ni en mi mejor planteamiento.
En la cuarta
vuelta, el viento es bastante fuerte. Ya hay zonas complicadas y que se hacen
muy cuesta arriba, o quizá es que mis
energías están ya en las últimas. Aprieto los dientes e intento ya ir a lo
máximo que me dan ya las piernas. De
vuelta a la transición, cambio rápido para colocarse las zapatillas y a empezar
a correr. Me anima mucho ver que he bajado claramente de las 3h. Tiempo: 2h47
(32,3km/h de media).
MEDIA MARATON
Salgo
nuevamente acelerado de pulsaciones. Las transiciones es lo que tienen!!
Intento relajarme y coger un ritmo cómodo que me permita aguantar todo el
trayecto. Noto las piernas flotando, cansadas, sensaciones complejas de
describir y que solo se sienten cuando pasas de pedalear a correr.
Era un circuito
de 3 vueltas, enrevesado, con continuos giros, que hacía, mentalmente hablando,
como si fueran muchos más kilómetros.
Empiezo a
notar el estómago raro, que no me apetece comer y como hinchado, por lo que no
ingiero más geles, e intento beber tragos muy cortos de agua. El calor empieza
a hacer mella. Gran deshidratación y perdida de sales que intentaba mitigar
echándome agua por la cabeza. Aguanto como puedo unos 5km, pero noto mucho
cansancio. Mi cara tiene que ser un poema. Tengo que tirar de mente, de cabeza,
pues se me hace interminable el pensar que tengo que hacer una media maratón
con este cansancio. Aparece Antonio en esos momentos, que hacen que me emocione
y aguanto como sea. Tengo que acabar, independientemente del dolor que sienta.
Tras la primera vuelta, en unos tiempos decentes, decido que voy a aflojar a
ritmo mas tranquilo. Prefiero perder 5 minutos por vuelta, que acabar reventado.
No quiero arrastrarme para llegar a meta.
La segunda
vuelta se hace dura y larga. Los tiempos se empiezan a ir, pero quiero
esforzarme y así poder hacer un buen tiempo global. Tomo Coca-Cola, y plátano
en los avituallamientos y echo de menos los sándwiches de jamón y queso.
El año se hace
largo, empiezo a recordar la temporada, todos los entrenos acumulados, desde esas
primeras rampas subiendo por El Pardo, las medias maratones corridas para preparar
las 2 maratones seguidas afrontadas y los largos entrenos de bici por Cerceda.
Ganas de acabar, de descansar, de no apuntarme a nada mas…lógicamente, momentos
negativos que pasan por la cabeza por el cansancio que estaba acumulando.
Empiezo la tercera vuelta, sabiendo que se me va a hacer muy larga, pero es la última!!
Hay que hacer un último esfuerzo. Viene Antonio de nuevo a mi mente y me da las
fuerzas necesarias para seguir, para continuar, para no pararme. Esta prueba
estaba dedicada a él. Afronto el ultimo km con ganas, sé que voy a hacer un
buen tiempo global, mucho mejor que en mi primer medio ironman.
Cruzo la
línea, te ponen la medalla y los sentimientos afloran. Me siento. Intento
descansar e hidratarme. Se ha sufrido, pero se ha logrado. Tiempo total:
5h40min. He bajado en 16 minutos mi tiempo. Muy contento.
Una vez
hidratado, la musculatura duele un poco, pero nada del otro mundo. Mucho menos
que cuando hice mi primer medio ironman. El cuerpo se habitúa al ejercicio.
Tiene memoria histórica. Volveremos a repetir?
No hay comentarios:
Publicar un comentario