Translate

martes, 17 de noviembre de 2015

MARATON DE VALENCIA - BESTIAL!


15  NOVIEMBRE 2015

No tenía pensado hacer una crónica. Si eso, unas simples líneas, por poner algo. Ahora, venían 4 maratones relativamente próximas en tiempo y simplemente, por recordar los momentos, pero Valencia, uff, qué pedazo de maratón, la mejor de España, sin duda.

Mi reto de 6 maratones en 6 meses, había comenzado con Amsterdam, ahora venían 4 maratones más, alguna donde ya había estado, como el caso de Valencia y alguna de muy poca entidad o relevancia, y por eso, todo iba a ser sin tomárselo muy en serio. Pero me encontré con Valencia, vinieron los recuerdos del 2012 y el sufrimiento que pasé en esa carrera, la espinita clavada, aunque a la vez, me parecía una carrera preciosa y muy bien organizada

En esta ocasión habían cambiado el recorrido, se pasaba por zona del km 22-23 donde en el 2012 era el 35-36 y qué diferencia de sensaciones, claro!


No llevaba una idea clara de tiempos, simplemente, bajar de las 4h y al menos repetir y mejorar 1 segundo mi marca de Valencia, pero acabando bien, no arrastrándome como me pasó. En esa ocasión, Salí muy fuerte, a tope, a jugármela, y la humedad y el calor, me hicieron pasar factura. Con la lección aprendida, mucho agua y algo más conservador, ese era mi planteamiento antes de comenzar.

Llegué el sábado por la noche, cenita de pasta y a dormir. El domingo había que levantarse pronto e intentar aparcar por la zona de salida/meta. Habían habilitado unos parkings gratuitos, pero aun así no me fiaba yo. Sobre las 7:30 ya estaba en Valencia, gran atasco para aparcar en el parking de El Saler, pero mi idea era ir al parking de Aqua. Vacío casi, anunciando su gratuidad solo 3h, y al final, sorpresa!, no, para el corredor era todo el día!! Gran punto para la organización. Allí esperé a que mi amigo Luis viniese. Él  tenía mi dorsal. Había venido con unos amigos suyos. Sobre las 8,ya estábamos juntos, fotos, consejos, abrazos y dispuestos a entrar al cajón. Este año, muy retrasado el de las 3:30-4:00h. Habían dado mucho espacio, sino, no lo entiendo!

La organización había improvisado una semana antes su decisión de hacer 2 salidas: 9:00 y 9:06 y su decisión fue perfecta, pues así, nada más salir, puedes coger tu ritmo y correr sin tener que estar esquivando a mil corredores.

Se habían anotado otro gran tanto.

Me despedí de Luis. Era su primera maratón, su bautismo, y sus objetivos eran otros. Además, iba acompañado, por lo que no le dejaba “solo ante el peligro”. Unos últimos consejos y a la salida. Mucha gente animando en ese primer km y algo complicado coger ritmo. Había visto que como siempre, los globos de 4h y 3:45 se habían puesto los primeros, y poder adelantarles es un gran esfuerzo. Forman un gran pelotón y es muy complicado pasarlos. No entiendo por qué tienen que salir los primeros!

La primera parte, por la Malbarrosa, me gusta, muy tranquila, cerca del mar, aunque no se ve. Ya en el km 4, intentar pasar al globo de 3:45. Ese es más difícil. El ritmo es muy parecido al que yo llevo y siempre se duda si quedarse ahí, pasarlo, qué hacer. El pasarlo, supone dar un acelerón, subirse por la acera y dejar al numeroso grupo atrás. Al final, es lo que hice. A por todas. Valiente. Luego ya veríamos. Se estaba calcando la carrera de 2012.

El día era soleado, ni una nube. Un día precioso. Algo caluroso para correr, pero es lo que tiene Valencia. Sobre las 10h ya marcaba el termómetro 20ºc. Humedad?, la justa, espero. No me olvido de beber. Voy muy bien, buen ritmo. Sin excesos, aunque desde el km  8 ya noto algo de pesadez en las piernas.

Se pasan muchas bandas de música, altavoces, puntos de animadores, payasos, gente disfrazada. Todo un ambientazo.

Por el km 17 – Paseo Alameda, es continuo la música y animaciones. Brutal. Te llevan en volandas!!

Vamos ya de regreso a la zona del puerto. En el km 20, no veo la entrega de geles, no sé si han dado o no. Menos mal que llevo uno. Cruzamos la media maratón…buen tiempo. Si extrapolo y no desfallezco, puedo ir a por mi record. Es algo que no había mi pensado.ni por supuesto, entrenado. Lo intento? Por qué no? No hay presión!. Intento mantener ese ritmo y veremos cuando llegue sobre el km30 a ver cómo voy. Es ahí donde se decide la maratón.

Esta zona del puerto -22/23km-, me trae los recuerdos duros del 2012.alli entonces era el 35-36km…qué diferentes sensaciones.

Llegamos pronto otra ve a la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Muchísimo público, por supuesto. Sobre el km 27, se cruza el puente y nos dirigimos hacia el centro de la ciudad. Gran vista, Plaza del Ayuntamiento, Catedral, tocando sus campanas, muy muy bonito. Sobre el km31, se empieza la salida de la ciudad y no entramos nuevamente hasta el km 38. Iban a ser 7km duros. Espero que siga habiendo mucho público. En este km 31 si que veo la entrega de gel. Menos mal. Ya voy un poco justo. Empieza el muro.

Noto que poco a poco mi ritmo es menor. Casi sin darme cuenta, voy perdiendo unos 10-15 segundos/km. A pesar de ello, calculo en mi mente que puedo llegar, puedo hacerlo, muy justo, pero…

Me esfuerzo, sufro, aprieto los dientes. No hay carrera fácil, no hay maratón sin sufrimiento. Esos 7 km se hacen muy largos. Mi cabeza se centra en llegar al km 38. Ahí, creo que todo será más fácil. Noto mala sensación en la rodilla. Una molestia desconocida, parte interna. Nunca he tenido molestias ahí, y me preocupo. No sé cómo correr. Modifico la pisada para no notarlo, pero quizá, me cansa más. La preocupación aumenta. Debo aflojar, no quiero romperme.

Se ve la Plaza de Toros a lo lejos, ya estamos llegando. Sí, estamos en el 38. Es difícil estimar mi tiempo final, sigo esforzándome. Atravesamos la ciudad y afrontamos los 2 últimos km. De lejos se ve la Ciudad de las Artes. Kilómetro 40; veo que no lo voy a lograr. A pesar de no ser mi objetivo, me da un bajón. Lo he tenido cerca, pero no. Sé que por muy poco, pero no.

Levanto la cabeza y ya más relajado, intento disfrutar al máximo de la llegada. Lo que quizá no pude hacer hace 3 años. Carril estrecho y público a ambos lados. Parece el Tour de Francia.

Ya en la zona acotada por vallas, entrada hacia la alfombra azul. Qué bonito. Me gritan : David!

Veo a Ernesto, qué alegría. Él había participado en la carrera de 10km y se había quedado para intentar verme. Que detalle!

Acabo alegre. Es mi catorceava maratón. Qué gran sensación, qué gran día, qué gran carrera, que bonito, brutal!! 

 
Habrá que apuntarla como una de las fijas de la temporada. Esta gran organización merece la pena!

martes, 27 de octubre de 2015

MARATON DE AMSTERDAM, UNA PEQUEÑA RATONERA


– 18-OCTUBRE-2015 -

Nuevo maratón internacional, nueva aventura, nuevo reto.
En esta ocasión, modificamos el plan de viaje habitual, y decidimos volar a Amsterdam el día antes de la prueba, para así hacer el turismo después del maratón, y no antes, ya que tras mucho turismo y pateo de ciudad, uno llega muy cansado al día de la carrera, y esta nueva alternativa, fue un éxito.
Cogimos el vuelo temprano – 8:50am-, con ganas e ilusionados. A pesar de que iba corto de entrenos, 2 meses justos, las dos últimas semanas había entrenado muy bien, por lo que iba muy animado y confiado en mis posibilidades, aunque siempre, y a pesar de ser mi 13 maratón, con algo de miedo/respeto a esta prueba tan larga y exigente.
Nada más llegar, nos fuimos a hacer el check in al hotel. Del aeropuerto a Central Station, en tren, muy bien comunicado, unos 15 minutos. Y de allí, unos 15-20 min andando al hotel, pero aprovechando ya  a ver los canales y las calles tan míticas de Amsterdam.
Una vez dejado el equipaje, nos dirigimos hacia la Expo. Cogimos un tranvía enfrente del hotel, que nos dejaba directos en la Expo. Recogida rápida, sin colas, y visita a los pabellones, donde sobre todo era venta de material deportivo y poco o nada de entrega al público ó prueba de productos. Un poco cutre, la verdad. Estos holandeses empezaban a enseñar su fama de tacaños….
Tras las fotos pertinentes, decidimos volver andando hacia el hotel, unos 4,5km…mi mente era reacia, pero la verdad es que mis piernas estaban frescas, así que dimos el paseo, viendo sus calles, museo de Van Gogh, Diamante, museo Moderno, Rijksmuseum, etc…y comimos, refugiados de una pequeña llovizna, en un pequeño market que habían montado de productos típicos. Fue muy agradable.
Una vez en el hotel, Peri fue a descansar y nosotros nos dimos otro paseo para buscar al resto de amigos que esta vez habían venido para acompañarnos/correr. Como no los encontramos, disfrutamos de las vistas de la ciudad subiéndonos a una noria gigante (el resto de las atracciones que tenían eran no aptas para cardiacos!!!)
A pesar de tener reserva hecha en un restaurante italiano cercano (enfrente del hotel!), tuvimos que esperar unos 15 minutos al desalojo de las mesas. La ciudad estaba a tope de turistas!!
Ya todos juntos, comentamos nuestras primeras horas/día en la ciudad y planificamos el cómo plantearíamos la carrera del día siguiente.
Y aquí vino la primera sorpresa; mi gran compañero de fatigas –Nacho-, por problemas físicos en el soleo y una caída hace un par de semanas, decidía no participar, y dar su dorsal a Tomas, que quizá tampoco esperaba correr toda la carrera.
Fue un golpe moral y triste, casi más por él, por la ilusión que le da hacer estas carreras, pero también para mí, porque disfruto mucho corriendo con él.
Tras la animada cena, fuimos a descansar y preparar las cosas para el día siguiente.
El recorrido por Amsterdam es prácticamente llano, alguna cuesta sin apenas entidad, y se desarrolla por el exterior de los canales del centro, sería más bonito que los atravesara, pero con tantas personas sería poco menos que imposible. No se puede decir que sea un recorrido especialmente bonito.
Las pretensiones para la carrera eran terminar, a ser posible por debajo de las 4 horas, pero en buenas condiciones, ya que pensaba hacer alguna maratón más en corto espacio de tiempo, y quería que mis tendones estuvieran en plena forma y sin dolores. 


Quedamos todos sobre las 8:15 para hacernos las fotos y despedirnos de los animadores, donde después les veríamos en le km 4 y km 37 aproximadamente. No corríamos muy cerca del hotel que digamos… 

La primera sorpresa del día, los tranvías no funcionaban!! Cómo pensaban movilizar a tanta gente para ir allí? Solo en metro? 

Nos pidieron un taxi y nos dirigimos hacia la salida, pero craso error, las calles estaban ya cortadas, aunque la carrera empezaba a las 9:30, por lo que fue imposible acercarnos a la zona del Estadio Olímpico. El taxi nos dejó donde pudo, a unos 30-40minutos andando. Uff que paliza, ya para empezar. 

Ese tiempo sirvió para que me llevara la segunda sorpresa del día : Tomas, quien había recibido el dorsal de Nacho, tampoco iba muy fino y pensaba retirarse en cuanto pudiera o ir muy despacio, por lo que tuve que mentalizarme que tenía que afrontar la carrera solo, de nuevo,  como en Boston. 

Llegamos tras esa larga caminata al Estadio Olímpico. Se salía desde dentro, gran animación. Estadio emblemático. 

Empezó a llover. lluvia fina, muy ligera, pero sin duda, afectaría a la carrera. 

La salida, desde la pista de atletismo, no muy ancha, fue muy escalonada. Tardamos unos 12-13 minutos en cruzar la línea de salida, aunque a favor, lo hicimos ya corriendo a velocidad crucero. 

Me despedí de Tomas y Peri, y puse mi ritmo. 

Ya en el primer kilómetro, hubo paradas, mal, muy mal. Las calles son bastante estrechas, ratoneras…Es muy complicado correr así e intentar coger un buen ritmo. Casi hasta el km 4, imposible.  

Nos dirigimos al Vondelpark. Tras atravesarlo, se corre por un pasaje del edificio del Rijksmuseum y a la salida, vi la bandera de España donde estaban todos animando. Qué subidón!! 

Los ritmos que marco son buenos, siempre 20 segundos por kilómetro por debajo del tiempo que tengo planificado. No sé si hago bien corriendo tan rápido o si debería centrarme en seguir mi plan, pero me siento muy cómodo, muy alegre, las piernas van bien, quizá estos momentos de euforia los pague más tarde. 

La carrera se dirigía al sur y llegaba al Amsterpark, hasta ese momento había ido muy bien, pero ahora tomaríamos un camino que discurre paralelo al canal de Amstel, que entre ida y vuelta serían unos 10-11km que se me antojaban a priori algo monótonos y tan lejanos a la zona centro….. 

Todo ese largo trayecto de casi 6 kms de ida con el Amstel a la izquierda es un camino estrecho y en zonas algo adoquinado. No es fácil correr ni adelantar a corredores. Ya se ve el puente donde damos la vuelta y regresamos a la civilización! Quiero salir de esa nueva ratonera!           

Salimos del Amstel pasado el km. 25 y las piernas me van comenzando a pesar, pero sobre todo, me da un bajón mental….estos 11 kilómetros me han recordado a la Casa de Campo, sin toboganes, pero mucho tiempo corriendo en silencio, sin gente animando. Me animo pensando que “solo” quedan 17km, como un día de entreno un domingo cualquiera. Venga que no queda nada! 

Al paso por el km. 30 veo que ahora si los tiempos son los planificados. Hasta entonces, siempre 15-20 segundos por debajo. Voy con mucho margen. 

Según voy llegando al km. 35 las piernas empiezan a quejarse claramente, es aquí donde hay que tirar de cabeza al máximo. Es el llamado muro de los maratonianos. Pienso que a pesar del cansancio y lo larga que es esta carrera soy afortunado de poder estar aquí, de poder correr. Pienso en gente que sufre, que no puede correr, que ha pasado enfermedades. Me acuerdo de mis amigos Enrique y Merce, que lo han pasado mal estos últimos meses y que a ellos dedico esta carrera. Espero verlos en la Maratón de Palencia en Marzo de 2016. 

Estoy ya en la larga calle que llegará de nuevo a Vondelpark, allí sobre el km 37-38, me esperan mis animadores. Voy poniendo buena cara y saludo a todos mientras oigo sus gritos de ánimo y hacen sus fotos.

 


De nuevo atravesamos el Vondelpark donde está el km. 40, los kms ya se hacen largos y pesados, pero se que no queda nada ya. Apretar un poco los dientes y a buscar el estadio con la mirada. 

Por fin llegamos a las cercanías del estadio, a 500 m. de meta, entramos al estadio y damos la media vuelta para entrar en meta y celebrar la llegada.
Te colocan la medalla y un plástico para resguardarte. Dan una botella de isotónico y un vaso de agua!! Y hasta puedes coger medio plátano!! Y ahí acaba todo. Cutre, cutre…..nada sólido para comer, ni bolsa de corredor….de lo peorcito que yo recuerde haber visto.



La salida del estadio, algo atascada y a partir de ahí, colas para ir al metro, colas en la taquilla(1 maquina) para comprar el billete de metro – más de 20 minutos esperando cogiendo frio!), caminata desde la estación al hotel….uff, casi se me hace más duro este regreso que haber corrido la maratón!
El lunes y martes aprovechamos para visitar museos, hacer compras y una de las rutas turísticas que hacen los barcos por los canales. También lo celebramos en un bar con música Blues en directo, donde la primera actuación de Mosquito y su banda no es que fuera Blues, pero estaba bien animado el popurrí, y posteriormente fueron saliendo músicos diversos, que sí cantaron sus blues y pasamos un rato muy agradable.
 

 
Nuevamente todo ha salido perfecto, hemos disfrutado del viaje, de los amigos, y hasta de la carrera. Tengo nuevos retos en la cabeza. Será este mi 1 de 6?

martes, 28 de abril de 2015

MARATON DE BOSTON – UN SUEÑO CUMPLIDO



Hace muchos años ya, allá hacia el 2009 cuando corrí el Maratón de Nueva York, quién me iba a decir a mí que iba a completar un sueño, un ciclo : acabar los Five Majors Marathons. Tanto tiempo ha pasado, que los organizadores del circuito, han incluido un sexto Major, Tokio, pero por lo que a mí respecta, por ahora, considero mi sueño realizado. Además, así es como se llama mi blog http://fivemajorsmarathons.blogspot.com.es
No ha sido un trayecto fácil, y durante estos años, el gran auge del correr, ha hecho que las participaciones en las grandes carreras, sean complicadas, y hasta muy complicadas, como en el caso de Boston.
Aunque incluso hoy,  Berlín es más exigente (3h en maratón, creo recordar, para poder participar si no te toca la lotery). Lejos quedan esas inscripciones escalonadas, sin prisas por tomar la decisión de correr o no una u otra carrera, que por 61eur se iba a Berlín, con confirmación inmediata, como yo obtuve en el 2010.
Pero volvemos a Boston, y el por qué es una gran carrera. Empezando, porque es la maratón oficial más antigua del planeta – 1896, y además, es la única que se celebra en Lunes, al ser día festivo en Boston por la celebración del día del patriota.
Asimismo, tiene un recorrido lineal, a semejanza del maratón de Atenas y que dio origen a esta disciplina. Según la altimetría, recorrido favorable pero…de eso nada! Es una carretera con continuos toboganes, sube-baja, que te van limando las fuerzas, casi sin enterarte. De las Five Majors, posiblemente la más dura.
Volamos, en vuelo directo, el sábado, llegando sobre las 17h al hotel. Tras presentarnos en el aeropuerto a Luis Hita, organizador del viaje, que me dio una preciosa sudadera conmemorativa. De ahí, directos a la Expo, que estaba a 5 minutos andando del hotel. Nos hicimos algunas fotos en la línea de llegada y vimos cómo estaba todo casi preparado. Se mascaba el ambiente. La ciudad está volcada al 100% con la carrera. Se estimaba una facturación de 185 millones de dólares durante los días del evento. Es, posiblemente, el mayor empuje a su economía a la ciudad en todo el año. Todo el mundo por la calle es corredor, o familia, amigo de corredor, o aunque no participe, está corriendo. Es espectacular.
Llegamos muy cerca del cierre de la Expo, y quizá por ello, no vimos gran cosa en cuanto a expositores y “detalles” al visitante. Quizá más pequeña de lo que me esperaba, algo decepcionante. Mucho merchandasing y todo pagando. Hasta lo más nimio.
La recogida, rápida, sin colas, previa firma y presentación de DNI. Todo, con normas de seguridad, chequeo de bolsas, etc..
Tras la obtención del dorsal, fuimos a dar una vuelta, para conocer la ciudad, cenar y hacer tiempo para adaptarse cuanto antes al nuevo horario  y así no despertarnos a las 3am!




Al día siguiente, había una pequeña excursión, con autocar, afortunadamente, para ver los sitios más emblemáticos de la ciudad. Eso hizo que al menos, durante la mañana, las piernas estuvieran descansadas. Ya por la tarde, continuamos a pie visitando todo el centro, el bar de Cheers, etc…
Sobre las 17h, nos dirigimos al City Hall, donde se celebraba la fiesta de la pasta. Para el corredor era gratis y para el acompañante, había que pagar 20usd. Estaba muy bien organizada, a pesar de tener que esperar unos 20 minutos en la cola, pues eran muchos los corredores que nos acercamos a cenar. Variedades de pasta, abundante, toda la bebida que quisieras, aguas, refrescos, cerveza, etc.. en un ambiente distendido, con mesas y música animando la velada.
Tras llenar los depósitos de glucógeno a tope, nos fuimos al hotel a descansar. El próximo día iba  a ser largo.
Amanecí sobre las 5am, aunque no me levanté hasta las 6. Los típicos nervios previos de la carrera. No habíamos quedado hasta las 8 en el hotel, para dirigirnos juntos a coger los autobuses de la organización, que nos llevarían al lugar de la salida, Hopkinton, a unos 42,2 km de distancia.
Nos hicimos unas cuantas fotos antes de salir y ya ahí los comentarios eran “menudo día ha amanecido….”. Se esperaba lluvia, pero….el clima nos sorprendió no solo con la lluvia, sino con mucho frio y viento. Un día de perros, vamos.
En cualquier caso, no había mucha solución. Yo llevaba la idea de correr con 2 camisetas técnicas, y por encima llevaba otra camiseta de algodón para el frio, junto con una capa térmica, para tirar la capa y la camiseta antes de la salida. El ropero estaba en la llegada (no había traslado desde la salida a la llegada), por cuestiones de seguridad tras el atentado de hace 2 años. Total, que frio iba  a pasar, pero salí mentalizado. Son cosas que pasan y no hay que darle muchas vueltas. El día no se elige, no se prepara. Los entrenos y la carrera, sí.
 


 Al salir del hotel se veía mucha seguridad por las calles. Todas cortadas, policías con perros buscando bombas por los pallets de comida que estaba preparada para el avituallamiento final, etc…
Sin dorsal no se podía acceder a ningún sitio, ni por supuesto, a los autobuses escolares típicos amarillos que nos llevarían a la salida. Ahí al menos se estaba calentito. El viaje se hizo largo. “Y son 42 km en autobús”!!.....imagina lo largo que se puede hacer corriendo…
Al llegar a la Villa del Atleta, nos pusimos en una carpa para resguardarnos de la lluvia y algo del frio. Aproveché para ponerme vaselina de la organización en cantidad por los pies, pues con la lluvia, la posibilidad de ampollas puede aumentar. Tomé algo más de glucosa, chocolate y nos dirigimos hacia la salida. La verdad es que se me hizo muy corta la estancia allí.
La maratón tenía 4 salidas, espaciadas por 25 minutos cada una. Yo estaba en la 4ª salida : 11:15 am.es lo que tiene no ser profesional…
Tras entrar en el cajón correspondiente, ya vi yo que no iba a ser una salida fácil. Mucha gente y carretera estrecha…tapón asegurado.
No había la típica música de salida, animando a tope. Me pareció una salida algo triste, quizá por la lluvia?
Yo iba ya despojado de toda mi ropa previa de carrera,               mojándome, pero veía alrededor mío a todo el mundo con sus chubasqueros, sudaderas, plásticos, etc…y de repente, oí a un negro gritando exaltado “You are a man, you are a man….”porque era el único valiente ya en camiseta, a pesar de la que estaba cayendo…
La salida, era cuesta abajo, pero imposible correr. Muchísima gente por delante a ritmo mucho más tranquilo. Empecé a adelantar por el bordillo, pero aun así era un continuo arranca-para, que me iba a limar energías. Vi a un par de compañeros pasando veloces por el arcén, peligroso, pero efectivo, así es que me lancé al monte. Efectivamente, se corría más rápido, pero había que estar muy atento al terreno, abrupto, bordillos, etc…me recordó a la San Silvestre y esa primera bajada por Serrano.
Hasta el km 7, no sentí algo de “hueco” para poder correr a ritmo. Para ese entonces, el frio había desaparecido, pero la lluvia y el viento seguían haciendo de las suyas.
La carrera discurre por una carretera, prácticamente recta, que no llana, que nos llevará a la ciudad de Boston. Se ven las típicas casas al borde de la carretera, con su gente fuera animando en los porches y con las barbacoas preparadas para pasar el día. Bastante animación en general, para la que estaba cayendo…
Aunque ya me avisaron, no deja de sorprender que el trayecto es un continuo sube y baja. Son toboganes continuos que como curiosidad, permite que puedas ir viendo a los de delante cómo van subiendo lo que  a ti te tocaré en breve o viceversa.
Intento ponerme en un ritmo cómodo, entre 5:15/5:20, aunque el programado estaba en 5:35. Voy bien, con energía, animado y a la vez concentrado. Es la primera vez que voy a correr un maratón completamente sólo. Sólo, me refiero a sin mis compañeros de fatigas, por lo que los iba a echar de menos, sus risas, sus comentarios, sus sufrimientos, etc…
Me había planteado esta segunda maratón del año de forma tranquila. Disfrutar, y no forzar la máquina. Sentir la carrera y pasarlo. A pesar de todo, siempre hay algo de competitividad dentro, y tampoco era cuestión de ir de paseo…
Llegamos a la milla 12,km 19-20 aprox. famosa porque las chicas de un internado cercano – Wesley- salen a animar y te piden un beso. Es la “Kiss mile”. Toda una graciosa experiencia, que por supuesto quise vivir en primera persona.
Tras pasar por la media maratón, veo que voy 5-6 minutos por debajo del tiempo programado. Bien. Eso me d margen para regularme en la segunda parte de la carrera!
En el km 25 aproximadamente, era el punto de encuentro. No sabía bien si encontraría a Carmen, puesto que los acompañantes tenían que coger un tren para llegar hasta allí. Pero allí estaba la única bandera española que vi en todo el día, por lo que tuve tiempo de avisar de mi llegada, pasar con tranquilidad y sacar todas las fotos posibles. 


A partir de ahí, quedaban 17km, y sin ningún objetivo/meta o algo que me distrajera, por lo que inmediatamente noté como mis piernas empezaban a quejarse. Los cuádriceps empezaban a decir que tantas sube/bajas no les hacían gracia.
Sobre el km28 llegó una gran cuesta. Uff, no me la esperaba. Me habían dicho que era sobre le km 32. No sé, o bien esta es otra o es que se ha equivocado la gente, pero vaya gracia!
Llegó el km 30 y ahí empieza la cuesta. Claro, ésta es la que me contaban. Bueno, subida la primera, esta segunda tampoco es para tanto! A regular y poquito a poco.
Al llegar al km 32, veo que tenían razón. Ahora sí es la famosa “Heartbreak Hill”. No es que fuera más empinada, pero sí más larga. Con cabeza y tranquilo. Ya si que sé que después de esta no hay más. Ya solo queda bajar hasta Boston.
Empiezo a ver mis ritmos algo más lentos, primero esos 5:35 estimados y algún km a 6:00 (los de las cuestas).no me preocupa, porque tengo mucho margen acumulado, por lo que sé que voy a hacer un buen tiempo final.
Eso no quita para que sintiera los cuádriceps muy cargados, pero a favor, no tenía cargados los gemelos ni ninguna otra molestia. Así es que a tirar de cabeza y buscar distracciones.
Tras la gran subida, viene la gran bajada. Mucha gente apostada animando y pidiendo el choque de manos, así es que para la derecha me voy y a chocar manos con todos.es divertido y te ayuda a correr 1 km sin pensar en dolores.
Una anécdota muy curiosa de la carrera fue que para correr, elegí la última camiseta que me habían dado, que como además era de manga larga, pues era perfecta. Era la de la San Silvestre Vallecana del 2014, y en ella ponía WE RUN MAD. (corremos Madrid). Pero en inglés, el significado principal sería Corremos LOCOS!! Así es que decenas de personas me animaban cuando veían la camiseta y se volvían “locos” gritándome “We Run Mad” “I love it!””I want this shirt!”. Era super gracioso. Solo 1 persona oí que decía “We run Madrid!!!” y le levanté el pulgar y sonreí al ver que había deducido el significado real de la camiseta!!
Según nos vamos acercando a la llegada, se empieza a vislumbrar los edificios de Boston. Ya estamos cerca. Unos 5 km. A pesar del dolor de los cuádriceps, hay que aguantar. Hay zonas de gran viento de cara. Muy incomodas para correr, donde intento refugiarme detrás de otro corredor para no gastar tanta energía.
Se me ocurre sacar el móvil e ir haciendo alguna foto del ambiente. Incluso algún video. La gente se vuelve loca cuando grabo. Animan a tope y se me pasan un par de kilómetros volando.
Llego a Boston. Quedan ya un par de kilómetros para disfrutar, sentir la animación, ver a corredores sufriendo, pero superándose a si mismos. Gente que perdió una pierna en las bombas, pero hoy están corriendo con una prótesis, pero acabando por fin su carrera, su maratón.
A 200metros de la llegada me grita un español de los que había conocido al que yo estaba adelantando. Me paro y decido esperarle y acabar juntos. No  me va la vida por unos segundos más o menos.
Llego con alegría, contento de finalizar mi FIVE MAJOR y mi duodécimo maratón.
Te colocan la medalla, preciosa, muy bonita, y nos dan el avituallamiento y una capa térmica muy útil.
Qué frio hace ahora que no corro!
Llegada sin agobios, bien espaciada. Nada que ver con los atascos de NY. El hotel, a 2 manzanas. Deseando ducharme y calentarme. Pero contento de haber corrido en Boston. Carrera emblemática donde las haya.
Ahora a descansar y pensar en nuevos proyectos, que sin duda, harán que algún día tenga que correr en Tokio, por el “y si sí”.


viernes, 27 de febrero de 2015

MARATON SEVILLA 2015 : QUIÉN DIJO MIEDO?


Con esta frase resumo lo que fue la carrera.  


Antecedentes

Tras una dura preparación en los meses previos, me encuentro 3 días antes afectado por una faringitis que me hace pensar seriamente si voy a poder participar en la maratón. Intento no ponerme nervioso y confío en los medicamentos para que puedan hacer su efecto rápidamente….pero me siento muy cansado. Hago mi último entreno/prueba y veo como si hubiera perdido 1 mes de entrenamientos. Muy cansado, fatigado de respiración…mal, muy mal. Así no se puede correr una maratón. Tengo 36 horas para evolucionar a favor, pero no estoy muy confiado.

Tras la decepción de la maratón de Valencia (a pesar de ser mi record de Maratón), pero yo sabía que podía haber hecho mucho más….las piernas agarrotadas, sin una explicación clara (falta de hidratación? humedad?, la maratón de Sevilla estaba planteada como una segunda oportunidad. Quería quitarme la espina clavada, pero no iba a ser fácil.


Entrené específicamente las tiradas largas, para acostumbrar más al cuerpo, e intentaría cuidar mejor alimentación e hidratación durante la carrera.


Volvía a correr con Nacho, y eso siempre es un aliciente y una motivación más para esforzarme. No íbamos a ir de reservones. Queríamos batir nuestros propios records. Quién dijo miedo?



La historia


Llegamos a Sevilla el viernes por la tarde. Fuimos directamente a la Expo, a la recogida del dorsal. Expo discreta, algo de merchandasing, sin demasiada gente, pues ya era bastante tarde. La recogida del dorsal rápida, sin colas, al igual que la bolsa del corredor. Nos hicimos algunas fotos y nos dirigimos hacia el Hotel.

Estaba situado a escasos 1000 metros de la línea de salida. Bien situado.

Nos fuimos a cenar por Triana, y empezar a empaparnos de las cosas típicas de Sevilla. Allí, quedamos con David y Sol, que se habían animado a pasar el fin de semana con nosotros, animarnos, ver el ambiente, etc…Creo que algún día David se atreverá con una media maratón….en cuanto se compre unas zapatillas! 

Cena distendida, agradable, todos contentos por poder compartir estos momentos de relax.

El sábado nos levantamos con tranquilidad y aprovechamos al máximo el buffet del hotel, ya que al día siguiente no íbamos a poder disfrutarlo tanto….
Acto seguido, nos dirigimos hacia el centro de la ciudad, a hacer un poco de turismo. La Giralda, las callejuelas típicas de Sevilla, calle Serpis…

Para finalizar el día, tradicional cena de la pasta y a descansar, que el día siguiente iba a ser muy largo 

A las 6:30 tocó diana. Había quedado con Nacho para desayunar a las 6.45. Tomamos un  desayuno ligero, pues desafortunadamente no se puede comer todo lo que uno quisiera justo antes de una carrera. Charlamos tranquilamente sobre la estrategia de la carrera, dónde quedar enla llegada si nos separábamos, ritmos de salida, etc…

A las 8:15 salimos para la línea de salida. Hacia fresco, unos 5º, pero estaba anunciado unos 19º a mitad de día. Aprovecharíamos las primeras horas más fresquitas para poder correr más a gusto. 

Entramos en el cajón 3:45-4:00 que me correspondía. Nacho, que estaba en el cajón de 3:30-3:45 se vino conmigo. Gran detalle, pues así, al menos salíamos juntos. Intentamos ponernos lo más adelantados posible, para no tener luego que adelantar demasiada gente. 

La calle, con una mediana, era relativamente estrecha. Esperábamos que no se formara demasiado tapón. A las 9 en punto, se dio la salida, y no tardamos mucho en comenzar a correr. Comencé a adelantar a gente, intentado desde el primer kilómetro que pudiéramos correr a 5:00 min/km y no desviarnos de nuestros objetivos. Nacho iba un paso por detrás, siguiéndome en los zig-zags. 

Se pasaron los 2-3km más complejos, por los tapones de gente y más estrechamientos de la calzada, pero no habíamos perdido excesivos segundos por kilómetro. Llegamos a la Torre del Oro, cruzamos por el puente y las vistas eran fantásticas. 

Seguía tirando de Nacho, marcando un ritmo constante, sin forzar. Pero notaba que me faltaba algo, no sabía que era, hasta que….Nacho no hablaba. Qué raro, con lo que le gusta comentar la carrera y lanzar sus bromas! 

Íbamos bastante callados por ello, concentrados. Yo solo le cantaba el ritmo del kilómetro. Pocos más comentarios. Nos acercábamos al km 8, donde nos encontraríamos con las familias. Ya se veía el puente, y ahí que estaban todos, pero en el lado contrario. Solo nos dio tiempo a lanzar unos gritos, unos saludos y espero que a ellos unas cuantas fotos!! 

El próximo punto de encuentro seria sobre el km 14, donde la Macarena. Le pregunté a Nacho que cómo iba, y me contestó : Mejor no te digo como voy. Me recordó a mi otro compañero de fatigas, Peri. Esa si hubiera sido una contestación propia de él, pero no de Nacho. Algo no iba bien. 

Llegamos al km 14, nuevamente saludos y fotos rápidas, en una zona donde había mucha animación, una banda de música, y Nacho empezó a dar gritos y a animarse. Nos pusimos a correr a 4:30. Tras la emoción, volvimos a recuperar nuestro ritmo de 5:00.

Nacho me comenta que espera poder aguantar este ritmo hasta el km 25. No sé si va en serio. No es típico de él. Sigo tirando de él, pero no sé si debo bajar, si le voy forzando o qué. 

Quería llegar a la media en 1h46, para que no se nos fuera la carrera y los tiempos. Y así fue. Tiempo clavado. Nada más pasar el arco, me comenta que tiene que hacer su segunda parada técnica sobre el km22,y que si no me coge luego, que yo siga. Me quedo un poco sorprendido. Pasamos el 22, y el 24 y el 26, y no hace la parada. Quizá se le ha olvidado, o se le han pasado las ganas. 

Tomo glucosa durante la carrera en el 9, el 18 , el 35 y el gel que da la organización justo en el km 27,5. Los avituallamientos están muy bien puestos. Cada 2,5km. Todo un lujo, y además en ambos lados de la calzada, por lo que no hay avalanchas de gente y no se pierde el ritmo. Agua, Isostar, Platanos, Pasas y los mencionados geles. Muy bien, la verdad. 

Quero mantener este ritmo y llegar al menos así hasta el km 30. Marcamos 2h:32. Muy bien, mejor que en Valencia. Ya solo quedan 12 km. Hay que apretar los dientes. 

Las piernas empiezan a pesar. Dolor en los tendones de la rodilla y cansancio muscular. Pero no tenía calambres ni contracciones, como me ocurrió en Valencia, por lo que tenía que seguir fuerte. No debería bajar excesivamente el ritmo. 

Nacho hace su parada al final en el km 32. Grande Nacho le animo, hago un intento de despedida, por si no consigue reengancharse…..pero a mí me afecta. Automáticamente bajo mi ritmo, por el cansancio, por no poder seguir corriendo con él. Empiezan a salir ritmos de 5:20-5:25. 

Oigo un México Lindo por detrás….Nacho me está cogiendo : Bien!! Nuevamente juntos. Ha hecho un gran esfuerzo para cogerme. Le ha costado, pero se ha reenganchado. 

Nos quedan 8km, prácticamente nada, pero ya vamos muy tocados. Entramos en el Parque Maria Luisa, un par de km por ahí, viéndolo. Llegamos a Plaza de España, con mucha animación y fantástica vista. Te hacen dar toda la vuelta….pa qué, te piensas!! Es lo que hace ir cansado. 

Tras la salida del parque, ya sabemos que vamos directos al Estadio Olímpico. Vamos a atravesar todo el centro turístico, la Giralda, calle Tetuán…mucha gente, mucha animación. Muy bonito. Te llevan en volandas. Se oyen comentarios muy graciosos, que te animan : Qué grandes sois!, Vosotros sí que sois campeones! Ole por vosotros! Qué envidia me dais! 

Veo a un corredor con una camiseta que pone en la espalda : El dolor dura unos días, la gloria es eterna. Me recuerda a Valencia, el título de mi crónica. Me sirve para metérmelo en la cabeza y apretar los dientes. 

Se pasa por una callecita muy estrecha, con tachuelas en el suelo, incómoda para correr, y gente a ambos lados. Km 39 y ahí están todos gritando, David Perlado me pega un grito de repente, no sé si le da tiempo ni a hacer fotos, saludo como puedo, pero no veo a nadie. Solo sus gritos. Veo a Bea sentada en un poste. Simplemente levanto la mano y saludo. 

Estaba previsto que aparecieran por el km40, pero se nos habían adelantado. Ahora ya no teníamos más motivación. Iban a ser 3 kilómetros duros. 

Se nos van un par de km a los 5:30-5:38. Cruzamos el puente, dirección al hotel, y al estadio. Vamos tocados. Nacho me dice en el km 40 que se para, que necesita estirar o andar un poco, quedamos en la llegada. Es duro, y me da pena por el. Tiene piernas para hacer menos de 3h30. 

Ya solo son 2 kilómetros. Sigo mirando el GPS, vigilando los tiempos. Sé que voy a mejorar de largo mi record y hasta mi mejor estimación, pero aun así aprieto porque sé que puedo hacerlo mucho mejor. 

Entramos en el estadio, bajando por el túnel. Los cuádriceps se quejan en la bajada. Nada más entrar miro para ver dónde está el arco y gestionar mis últimas fuerzas. Aprieto, no quiero que se me vayan los últimos segundos. Levanto los brazos. Estoy acabando mi onceaba maratón y destrozando mi record. Objetivo conseguido. Muy contento. 

Me emociono un segundo al llegar. Se sigue andando unos cuantos metros, te colocan la medalla y al girar veo a Nacho. Le grito. Nos abrazamos, nos emocionamos. 

Hemos sufrido, pero ha merecido la pena. Al menos, es lo que yo siento. El, no. 

Según se sale, dan la manta térmica, bolsa del corredor, más agua, coca cola, cerveza, lasaña, bocadillo….está fenomenal. 

Al salir del estadio en dirección al hotel Nacho se encuentra mal del estómago, tiene que echar 3 veces el agua y geles ingeridos. Está muy tocado. Muy serio. Como en toda la carrera. No ha tenido su día. Me queda ese amargor. 

Acabé en 3h:39, muy contento con la mejora de la marca personal. Habían sido muchos días de entrenos, muchos km semanales, muchas salidas largas, más que nunca. 

Ahora, con el dolor todavía en las piernas, no creo que vuelva a intentar una mejora de marca. Aunque eso dije en Valencia y lo he vuelto a intentar….si bien ha sido para quitarme la espina clavada de esas malas sensaciones. Pero también, según se lo comento a Peri, me dice que también en Nueva York dije que no volvería a correr más maratones, y aquí andamos…. 

Correr en compañía es lo que me hace seguir corriendo maratones. Compartir los sufrimientos, animarnos todas las semanas cuando comentas los entrenos realizados, y ver nuestras sensaciones….y por supuesto, planificar desde ya los nuevos retos, las nuevas carreras. 

Para la próxima maratón – Boston, me la plantearé para un mayor disfrute de la carrera, de la organización, de la gente, y espero correr sin tanto dolor….aunque echaré de menos a mis compañeros de fatigas. Pero tened seguro que os llevaré en mi mente. Grande Nacho. Grande Peri.





jueves, 8 de enero de 2015

SILVESTRADA 2014


Una conocida marca de coches – KIA- organizó el año pasado una prueba denominada La San Silvestrada. La prueba consistía en correr 3 San Silvestres, el mismo día – 31 de Diciembre-,a distintas horas. La prueba, me llamó la atención, y por eso este año, quería hacerla y ver si era capaza de lograrlo, sin grandes dolores, para poder llegar en buenas condiciones a la cena de Nochevieja.

Me apunté en la página, pero, lamentablemente, no me eligieron como potencial corredor. Solo hay 10 dorsales,5delos cuales son asignados por sorteo y los otros 5,dependiendo del número de votos que consigas, vía Facebook, etc….por lo que yo decidí hacerlo por mi cuenta, sin el apoyo logístico y alimentario del patrocinador.

La primera de las carreras, era en Las Rozas, a las 10:00. Carrera rompepiernas, con muchas subidas y bajadas y algún que otro kilometro por los pinares cercanos. Como mi amigo Nacho vive por ahí, se animó a correr conmigo y a servirme de guía, y a la vez, de entretenimiento!!

Como esperaba, la temperatura a esas horas, fresca, muy fresca. Unos -2ºC, pero con sol, por lo que se agradecía bastante. Mi objetivo, era acabar las 3 carreras por debajo de los 55 minutos, y ser persona durante la mencionada cena!!

Al correr con alguien, siempre la mente va mucho más relajada y animada. Y además, era la primera carrera, por lo que con las fuerzas del desayuno y la frescura de las piernas, acabamos la primera en 51:18, bastante por debajo de lo planificado. La alegría corriendo de mi compañero había tirado y tirado de mi….no sé si luego lo pagaría.

Nada más acabar, coger el coche y salir corriendo a Alcobendas, pues la siguiente San Silvestre empezaba a las 12:00. Afortunadamente, aparcar no fue difícil y llegué con suficiente tiempo para estirar.

Seguía haciendo fresco, pero el sol ya calentaba lo suficiente. Comenzó la carrera, y los primeros 500 metros, noto las piernas algo reacias a correr. Un pelín entumecidas, por el parón, el frio, etc…Sabía que iba a pasar. Era la dificultad que tiene esta prueba – la Silvestrada. El correr, parar, correr, etc… y poder recuperar entre carreras. No son los 30km totales del día, que ya es, sino que las piernas no recuperan frescura y se pase mal en una de las pruebas.

Afortunadamente, las piernas van mejorando pasado ese medio kilómetro. Voy con cabeza,  forzar, sabiendo también que a partir del kilómetro 3 hay casi 5 kilómetros de subidas continuas, que me irán limando mis fuerzas.

Veo que voy a buen ritmo, por lo que tranquilidad absoluta. Algo más aburrido, al afrontar la carrera en solitario, pero bien. Al llegar al km 8, veo a un participante de la Silvestrada oficial de KIA. Le alcanzo y me pongo a hablar con él. Podría haberle pasado y tirar, pero me apetecia ir tranquilo y charlar, asi es que los 2 ultimos kilómetros se nos pasan volando, y me agradece esa charla porque me comenta que la última subida le costó lo suyo. Al final, 52:08. Buen tiempo y para casa a reponer fuerzas.

Tras una pasta y algo de descanso, salgo para mi tercera San Silvestre : La Vallecana. Histórica carrera, con más de 40.000 participantes registrados, y a parte, los no registrados, por lo que le calculo cerca de 45.000 personas corriendo por las calles de Madrid.

Nada más salir de casa, noto las piernas cansadas, y con dolores en los meñiques. Nuevamente, es lo esperado. Vamos a ver qué tal se da la carrera. Es la última, por lo que hay que hacer un esfuerzo.

Se da la salida. Salgo cerca del globo de 48 minutos. Los primeros kilómetros, se va a tumba abierta. Todo Serrano hacia abajo, a gran velocidad, pero hay que ir con sumo cuidado, porque hay gente de espectadores, gente corriendo muy despacio, gente con niños, pivotes en las aceras. Una carrera que puede acabar en los primeros kilómetros si no se está muy atento.

La experiencia, es un grado, así es que tras 16 San Silvestres, se dónde colocarme, ir muy atento a la carrera y esquivar los puntos peligrosos.

Cuando se alcanza la Castellana, km 4 aproximadamente, la carrera se ensancha y se corre muy a gusto. Tras esos primeros kilómetros rápidos, comienzo a regular, pero consciente que estoy haciendo buen tiempo, por lo que no bajo el ritmo en exceso.

Se llega al puente de Vallecas. Aquí la carrera ya se ha estrechado mucho y es complicado adelantar, pero se adelantará a mucha gente : toda aquella que no haya reservado energía para las cuestas que acaban de comenzar y que nos llevan a Vallecas.

Llevo buen ritmo, adelanto mucha gente. Intento no pasarme, pero creo que la primera gran subida está llegando a su fin, por lo que aprieto. No queda demasiada carrera. Se va por calles bastante estrechas, por lo que hay que volver a extremar el cuidado.

El ultimo kilometro casi lo hago esprintando. Tiempazo para acabar la Silvestrada : 46:50

Pues nada, asi acabo el año. Con un nuevo reto superado.

4 medias maratones, 2 maratones, 100km Bici de montaña, 1 Medio Ironman y la Silvestrada. Contento y a por el 2015!!