Un año. Había
pasado un año desde que me inscribí a este Ironman. Es lo que tienen estas
pruebas. Están muy solicitadas. Y al franquicia Ironman vende muy bien. Además,
un sitio “centro Europa” con alemanes, italianos, suecos, ingleses sobre todo,
pero éramos de 48 nacionalidades.
En un año da
tiempo a arrepentirse por haberse apuntado. Sobre todo, cuando vas a comenzar
los entrenos para la prueba. “Quien me mandaría a mí??. Si no estuviera apuntado,
no lo haría, etc. También es esa la ventaja. Una vez apuntado, no hay marcha
atrás.
Cuando
comienzas a entrenar, simplemente no lo ves. Sabes que ya lo has hecho, pero
cómo?. Es imposible, es inhumano. No te lo explicas, y tu cuerpo, tampoco. Las distancias son rompedoras. 3,8 kilómetros
nadando. ¿Sabéis lo que es eso? Yo no veía ni la boya del kilómetro 1,5!!.
180kilometros
en bici, como una etapa de la vuelta, pero con la diferencia que vas en
solitario, no arropado por un pelotón, y al acabar, una Maratón de 42,2 kilómetros,
prueba ya de por si durísima en solitario.
No, no lo veo,
no me siento preparado. Y para ello, tenía unas cuentas semanas de entrenos en
solitario. Estos son los números :
Volamos el
jueves a Copenhague, para adaptarnos al horario, recoger el material que había
mandado con una empresa especializada en este tipo de eventos, ir a la Expo a
por el dorsal, y ver el ambiente de la ciudad. Un poco de turismo, etc. Según
se acercaba el día, los nervios iban en aumento. Ya con todo el material, preparación
logística de la prueba y sus correspondientes bolsas de transición. No es nada fácil.
Hay que ser meticuloso y no olvidarse nada, pues puede arruinarte la prueba.
Afortunadamente, yo lo tengo todo apuntado y solo repaso la lista, hago los
últimos retoques, etc. Parece que todo ok. El sábado, entrega de material, ver
el área de la transición y visualizar el recorrido de la natación, algo que me
traía de cabeza. Uff, es lo que más duro se me hace.me entra pánico. Además el
agua iba a estar fresquita! 16,3ºC según la última medida, y sorpresa!!! :
Muchas medusas se avistaban. Uffff, mal, muy mal. Además mi preparación no sé
si había sido la adecuada. Mucho entreno en piscina, y solo 1 salida al mar. Me
sentía bien y quizá mejor preparado que en otras ocasiones, pero….muchas dudas.
Ajusté la
bici, últimos retoques, todo a mi gusto, a ver cómo se comportaba mi máquina.
Iba a ser su última prueba.
Pero vamos con
el día de la prueba, que sería largo, muy largo. Se comenzaría a las 7am. El
despertador puesto a las 4 am, para desayunar, hacer la digestión, coger el
metro y revisar que todo seguía ok en la transición. Quizá probar la
temperatura del agua, etc..
A las 2 am ya
estaba despierto, no conseguía conciliar el sueño. Todo eran nervios, quería
revisar las transiciones, localizar bien la bici en esa maraña de parking con
las de 3000 bicicletas, etc. Nos levantamos a las 4 am. Cuando se lo dije a la
familia me miraron como un loco, pero cuando bajamos a las 4:30 al desayuno y
vieron que ya estaba todo el mundo….uff. Lógicamente, el hotel también había
modificado sus horarios y en vez de abrir para el desayuno a las 6:30, abrieron
a las 4:00. Todo un detalle.
Me acompañaba
toda la family. Gran Ironman también para ellos. Como les dije, su día también
iba a ser muy largo, y muy duro. Me ayudaron en todo, me apoyaron en todo.
Eternamente agradecido.
Llegamos al
amanecer, multitud de atletas todos ya preparados, últimos retoques, saludos,
fotos y abrazos, y a por ello.
NATACION
La salida se
daba en continua. Novedad en este tipo de pruebas, que suele ser en oleadas de
100/200 participantes. Te colocabas en el tiempo estimado y se salía de 6 en 6
cada 3 segundos. Me quedé con la familia hablando y viendo como salía la gente.
Quería salir tarde, con menos gente, relajado, buscando mi hueco. A las 7:15 me
puse en la cola, pues vi que ya no quedaba mucha gente por detrás. Vi que
todavía había un gran camino hasta llegar al agua. 38 minutos esperando!! A las
7:53 tomé la salida. Metí los pies, ummm fresquita, pero no tanto, no? El agua
comenzó a meterse por el neopreno, y comencé a nadar con la cabeza alta,
mirando en dirección a la primera boya. Pero era tontería, hay que meter la
cabeza para nadar bien. Uff, sí fresca que estaba el agua. Pero quizá no tanto
como me había esperado. Bueno, una alegría. Luego me contaron que si que llegó
gente a meta con síntomas de hipotermia y con temblores. Afortunadamente, yo no
tuve esa sensación y me olvidé del primer problema.
Tras llegar a
la primera boya, giro a la derecha y a enfilar hacia los puentes. 1kilmetro
recto. No veía ni el primer puente. Algo de neblina y la distancia, a parte de
mi miopía, claro.
A partir de
aquí, primer momento duro. Creo que he visto una medusa. O quizá era el
movimiento de mi mano?. Me tocan los pies, me agobio. Me entra pánico. Llego a
los primeros 500 metros, me giro boca arriba, pienso en qué hago aquí. Respiro
mal. Pienso en abandonar. Intento relajarme. Respirar pausadamente. Joaquín
está muy presente en estos momentos. En su sentimiento de libertad y relajación
cuando nada. Intento imitarle. Cojo buen ritmo, creo que sí, que va todo bien.
Llego al primer puente. No veo a la familia. Que habrá pasado?. Enfilo al segundo
puente, se estrecha y el fondo está muy cercano, plantas, algas, todo empieza a
tocarme las manos, pies, cara. No puedo meter la cabeza, no soporto nadar así.
Vuelvo a entrar en pánico. Quiero dejarlo. Giro la boya rápidamente, quiero
salir de allí cuanto antes, volver a la zona caudalosa. Muy mal momento.
Ahora viene
una recta muy larga de 1,5 kilómetros. Miro el tiempo, voy bien, me da
confianza. Joaquin vuelve a aparecer. Nada tranquilo, disfruta, esto está
hecho. Al final de la recta, nuevamente muchísimas medusas, las golpeo con la
mano, hasta pienso si no me tragaré una. Pero ya solo quedan 800 metros. No hay
vuelta atrás. Consigo controlarme mejor. Enfilo la última recta. Bien, voy a
salir del agua vivo, y ahora a disfrutar de la bici, la transición, bien,
cuesta algo quitarme el neopreno, pero localizo bien todo el material y la bici.
BICI
Primeras
pedaladas y kilómetros por la ciudad. Intentando coger ritmo pronto y con la
adrenalina a tope. Zona muy bacheada. En cuanto se salga de la ciudad y sus
baches, veremos que tal la carretera. Giro y más giros. Puente donde no se
puede adelantar, y por fin carretera. Uff, baches por todas partes. Voy botando
literalmente. 8kg de presión en la rueda delantera y 8,5kg en la trasera.
Afortunadamente, voy con cubiertas muy duras para evitar pinchazos. Cruzo los
dedos. Es muy probable los pinchazos aquí.
Empiezo a
rodar fácil en 32km/h. Bien, buen ritmo.
Vamos por una
carretera bordeando el mar. Muy buenas vistas. Siento el frescor, voy mojado
por el agua, y con el viento…pero mejor de lo esperado.
Se acaban las
vistas del mar y giramos a la izquierda. Sorpresa, si pensaba que la carretera
antes dejaba que desear, ahora nos metemos en una carretera sinuosa, con peor
asfalto y algo rompepiernas. Ya echo de menos la anterior carretera!. La prueba
consistía en 2 vueltas, por lo que vi que había que llegar ahí, a falta de unos
60km en la segunda vuelta con fuerzas suficientes, o se pagaría caro. Por si
fuera poco, nos metemos en carretera ahora mucho más estrecha, en una especie
de gravilla compactada. La bici lo nota. Es como si se agarrara a la carretera.
Esto quita velocidad. Son cerca de 10km. Tras ellos, llega la autopista. Guay, qué
gozada este asfalto liso, qué liberación. Nada de baches. Puedes relajarte algo
más en la postura. Lo malo, era zona de viento en contra. Hay que acoplarse
bien. Se llega a la zona de la segunda vuelta. La media de velocidad y el
tiempo es bueno. Contento.
Todo según lo
planificado. Los pinchazos me respetan. Voy pasando bastantes ciclistas.
También me pasan a mi unos cuantos. Qué maquinones que llevan, y qué potencia
pedaleando! Qué envidia!
Queda poco.
60km. Aquí empieza el Ironman. A partir de la 4ª hora de bici me suelo quedar vacío.
Intento regular, comer mis geles y guardo algo de fuerza para la maratón. Me
salen 182km. Esos 2km se me hacen largos, nuevamente callejeando, con curvas,
baches y deseando llegar. Veo la zona de la parada, freno a tiempo para evitar
la descalificación. Pongo pie en suelo y saco la pierna derecha de la bici.
Ahhhhhh…se me acalambra el cuádriceps. Qué dolor, no puedo. Me quedo de pie
gritando. No me ayuda nadie. Me agarro el cuádriceps como puedo y apoyo el peso
del cuerpo. Qué dolor, no puedo casi andar. Tras 10 segundos eternos, entrego
la bici y recojo la bolsa de RUN. Me coloco la primera zapatilla en la pierna
izquierda. Ahhhhhhqué calambre. Grito nuevamente de dolor. Noooo. Nadie me
ayuda. Me agarro nuevamente el musculo y pongo todo el peso ahí. Ahhhh…estoy
totalmente acalambrado. Asi no puedo correr. Pienso en abandonar. Es tontería
correr así. Pero debo intentarlo.
MARATÓN
En estas
condiciones, salgo a correr. Muy lento. Observándome. Notando cómo reacciona mi
musculatura. Nada más salir, giro a la derecha y me llevan hacia la meta, al
circuito de “casi llegada”. Creo que me he equivocado.me van descalificar. Qué hago? Decido seguir. No he
hecho nada apropósito. Habrá sido algún error al girar en la salida o no
fijarme pues estaba más pendiente de mis calambres. Veo un cartel de 1km,
bien!! No me he equivocado. Simplemente nada más salir te hacen pasar al lado
de la meta para que la veas y así luego otras 4 veces.
Empiezo a
notarme bien. Los calambres no van a más, y eso me anima. Noto bastante calor.
Todos estos días medio nublado y medio lloviendo y ahora un sol espléndido!.
Muy bueno para el ambiente, disfrutar de la ciudad, etc, pero para correr una
maratón…hace calor. Noto mucho calor. Bebo todo lo que puedo, cogiendo sobre
todo Coca-Cola y agua. Los geles en la bici no me gustaron nada. También llevo
un sándwich en la mano. Sí, el famoso sándwich de jamón y queso!! En esta
ocasión, lo había metido en la bolsa de transición y así poder ir comiéndolo
poco a poco. Qué rico que sabe!
No veo a la
familia durante la primera vuelta. No habíamos definido un punto concreto, pero
tampoco había tanta gente como para que no nos veamos. Llego al final del circuito,
cerca de la famosa Sirenita. Ahí dan una pulsera. No me había dado cuenta hasta
ahora. Así vas controlando las 4 vueltas que debes dar al circuito. Uff, me
quedan 3 pulseras y la vuelta a meta. Se va a hacer largo.
Paso
nuevamente por meta, km 11 aproximadamente y veo que voy muy bien. Me animo.
Voy aguantando sorprendentemente. Unos kilómetros más tarde oigo unos gritos y
las veo al fondo. Me entra un subidón. Voy fenómeno.
Hay bastantes
animaciones durante el circuito, gente que ha sacado sus altavoces, gente/stand
de empresas, grupos de amigos,….hace que se haga relativamente corto el
sufrimiento de la maratón. No hay momento de soledad.
Completo la
segunda vuelta. Bien, sigo bastante bien. Hay que regular, pero veo que puedo
llegar. Intento refrescarme todo lo que puedo. Lo vi a los marchadores en los
juegos olímpicos, y eso que solo eran 20kilometros para ellos. Así que yo me
mojaba la cabeza todo lo que podía y bebía cada 2 kilómetros.
Con mi segunda
pulsera vuelvo a ver a la familia. Belén corre a mi lado unos metros. Parece
que se lo están pasando bien!
La tercera
vuelta es cuando empiezo a ver mucha gente ya andando. Eso me da fuerzas, pero
a la vez, entra la reflexión sobre si darlo todo en la bici para ganar 30
minutos, con el riesgo de luego quedarte vacío y perder 1h en la maratón. Ese
es el gran secreto de esta prueba. Ir reservón o arriesgarse. Yo opté por la
primera opción.
Veo a gente
que me saca 1 vuelta, pero ellos van andando y yo corriendo, por lo que pienso
en que puedo recuperar bastantes posiciones.
La tercera
vuelta se hace dura. Ahí ya el cansancio aprieta. Corro con Peri. El me ayuda a
no pararme. Ese kilómetro 21 al 31, su talón de Aquiles, me hace más fuerte.
Tras los
últimos ánimos de la familia, voy directo a la 4ª vuelta. Ya queda poca gente corriendo
y muchos andando. Y los que me habían sacado tiempo en la natación y bici, ya
han acabado. Esta última vuelta la corro con Nacho. Especialmente a partir del
km 39.no quiero pararme. Recuerdo nuestra carrera de Sevilla, y le digo que
corramos juntos, que aguantemos, que lleguemos. Hay una recta larga sobre el km
41.intento apretar, pero no, no voy a hacer tonterías. Las fuerzas van justas.
Cabeza. Estoy llegando, veo los últimos
metros, levanto los brazos y celebro toda la recta el poder acabar esta dura
prueba, mi segundo y último Ironman.
Nada más
llegar, me colocan la medalla y ahhhh, al pararme me da un tirón tremendo en el
isqio izquierdo. No puedo ni moverme. Me quedo clavado. Oigo que me llaman. Están
a 8 metros de mí, pero no puedo andar. Cómo es el cuerpo!
Consigo
relajarme apoyado el peso. Doy pasitos pequeños y por fin llego con ellos. Nos
abrazamos de alegría.
De ahí, salgo
a la zona de avituallamiento y recogida de material. Solo puedo entrar yo. Voy
muy dolorido y algo mareado. Descanso un poco, me quito las zapatillas…eso es
un gran esfuerzo a estas alturas, pues en cuento me agacho noto los calambres y
contracturas y tengo que volver a incorporarme, y así unas cuantas veces hasta
que lo logro y puedo ponerme unas chanclas. Tenía una ampolla en el dedo
meñique que me estaba machacando!. Bueno, espero que no sea nada grave.
Tras la
recogida de todo el material, bici incluida, fuimos a dar la bici a la empresa
de transporte y de ahí, al hotel.
No pude
descansar bien. La adrenalina, las historias que contar, las historias que me
contó la familia. El recordar toda la prueba, sus momentos, etc. Qué lejos
quedaba ya la natación!
Los días
siguientes, los pasamos haciendo turismo. Mucho andar, que el primer día de
hizo doler las piernas, pero poco a poco fue desapareciendo y estuve
perfectamente recuperado.
Tras ver las
clasificaciones, de los 3200 inscritos, quedé el 1523. Como dice mi amigo
Tomas, siempre de la mitad “palante”. De la natación, a pesar de mi mejoría y
que más contento estoy, quedé el 2281. En bici, recuperé 239 posiciones y
corriendo, nada mas y nada menos que otras 519 posiciones!! Y eso que podía
haberlo hecho mejor corriendo!. Pero aun así, conservar las fuerzas en bici
para poder llegar “descansado” a la maratón, ha sido una buena elección.
Mejoré mis
tiempos en natación, bici y maratón de mi primer Ironman, y por tanto, también
el global. Pero lo importante es, como dijo el speaker en la meta : David, from
Spain, you are an Ironman!!!
David PERLADO enhorabuena de nuevo. Todo un ejemplo brutal de auto superación enormemente válido para la VIDA.
ResponderEliminar¿Para cuándo una travesía relajante juntos en aguas abiertas cántabras SIN MEDUSAS?.
Y felicidades x ese pedazo de familia. Hay alguna ironwoman familiar tbién x ahí.
Un abrazo
Joaquín
David PERLADO enhorabuena de nuevo. Todo un ejemplo brutal de auto superación enormemente válido para la VIDA.
ResponderEliminar¿Para cuándo una travesía relajante juntos en aguas abiertas cántabras SIN MEDUSAS?.
Y felicidades x ese pedazo de familia. Hay alguna ironwoman familiar tbién x ahí.
Un abrazo
Joaquín